El nombre de la nueva criatura de la alternativa democrática no es muy original, pero no importa. En la política como en la vida la virginidad es una curiosidad arqueológica. Sólo el Tigre Fernández se cree inédito. Mis amigos ñángaras recordarán que desde la clandestinidad, el Partido Comunista participó en las elecciones de 1968, en apoyo del recordado maestro Prieto, con las siglas de UPA (Unión para Avanzar). Los derechistas amoscados con la Mud no hicieron mayor esfuerzo y sólo agregaron una “p” para diferenciarse del odiado comunismo. No es lo mismo Upa que Uppa, explican.
En la oposición, cada día, nace una organización que se declara, por supuesto, unitaria. Todas pregonan la unidad con fe de carbonero. El doctor Salas Rômer, que desde neonato se considera único, no se iba a quedar atrás. Su bajo perfil traía intrigados a muchos y en la Mud más de uno se preguntaba: “¿en qué andará Frijolito?” El añejo jinete de las riberas del Cabriales no soltaba prenda, administrando con cierto morbo y maligno goce su calculado enigma. El jueves 25 de agosto llegó el día “D”, o mejor, el día “U”, cuando puso a todo el mundo opositor a gritar o pujar: “¡uppa!”
Las siglas de la nueva coalición unitaria y única (valga el triple pleonasmo) resultan polisémicas no sólo por sus varios significados, sino por traernos distintas reminiscencias. Ya dijimos que recuerdan al “Upa” de su contrario ideológico, el Partido Comunista. Lo de “popular” le hace un guiño, una pícara carantoña (¡ajo!), no se sabe si correspondida, a la “Voluntad Popular” de Leopoldo López. Y lo de “Unión” nos lanza a los remotos días primaverales del maestro Jóvito Villalba, cuando fundó su Unión Republicana Democrática (URD), la tercera pata del Pacto de Punto Fijo.
El doctor Salas Rômer lo que persigue es que se aclare la confusión en la Mesa de la Unidad, mal llamada de los “United States” por los mal pensados del chavismo resentido. Por eso lanzó su tarjeta única, que también es unitaria, aunque no busque la uniformidad, eso nunca. En su coalición convergen 21 partidos políticos. Entre éstos, la reseña social de ese inolvidable jueves destaca a Proyecto Venezuela y Proyecto Carabobo (que es una forma de tener dos en uno, como las ofertas de año nuevo), Fuerza Liberal, Unidos por Venezuela, Redes, Pana, Visión Venezuela, URD y siguen muchas firmas más, como manda la ciencia de los remitidos.
Los jefesotes de la Mesa de la Unidad no han dicho ni pío ante el anuncio unitario de Salas Rômer. La advertencia del Primer Papá de Carabobo de que entre todos los partidos de la Uppa aportaron un millón de votos en las últimas elecciones, la han tomado como si no les importara, pero si les importa. Frijolito lo sabe. El veterano jinete está seguro de que la Mud no aguantará mucho y terminará por llamarlo. El le
recomienda que mientras más temprano, mejor para todos, no vaya a aparecer por ahí algún oportunista con otra tarjeta única y se complique más el patriótico reparto de la cosa unitaria.
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