Muchas veces asumir posiciones de envergadura y afrontar los retos que nos exigen nuestras acciones, resulta cuesta arriba, cuando no se cuanta con un respaldo gremial, grupal o al menos con los ladridos del perro que custodia calladamente los pasos silentes de los pisa pasito señores y señoras de la tercera edad que hacen vida permanente en HOSPITAL DOMINGO LUCIANI, para tan solo emitir un gruñido de inconformidad porque le están perturbando su sueño.
Señora ministra María Eugenia Sader, estoy completamente seguro que el nombre de VIVIAN COROMOTO AÑEZ, para usted solo representa una estadística en una nomina a la que usted le da el visto bueno para solo cumplir con algunos requisitos administrativos, y si; este nombre para la gran mayoría del pueblo venezolano no signifique nada ¿y sabes por qué? Camarada ministra, porque posiblemente a pesar de estar en pleno proceso revolucionario, no nos damos tiempo para enterarnos de las necesidades y vicisitudes de las personas que tenemos a nuestro cargo; pero permítame contarle una breve historia de esta camarada, que en el HOSPITAL DOMINGO LUCIANI, se arriesgó a ir en contra de un sistema perverso de corrupción, constituido por personas que posiblemente con ropajes de revolucionarios socialistas, lograron remontar y cruzar la montaña del KILIMANJARO de nuestra revolución, y hoy están con sus banderas de conquista instalados, haciendo el daño necesario.
Para su conocimiento, señora ministra María Eugenia, VIVIAN COROMOTO AÑEZ, a pesar de saber y conocer los riesgos a los cuales se está enfrentando, se vistió de dignidad y se dirigió a la fiscalía e introdujo un documento contentivo de una serie de situaciones irregulares que en los actuales momentos se están suscitando en el HOSPITAL DOMINGO LUCIANI, es decir señora ministra, esta camarada introdujo una denuncia en contra de la administración actual de esa institución, pero por aquellos tentáculos vinculantes de la posible corrupción, aun no le han dado respuesta; pero, a pesar de ser mujer, en esa institución se le violan sus derechos como empleada publica, otorgándole cargos de alto nivel, que luego son revocados sin más explicación, que una simple de que; “ese cargo no era para ti”.
Por otra parte camarada ministra María Eugenia Sader, la camarada en cuestión, es sometida a presiones laborales, para que comenta un error humano, basado en lo que se denomina impotencia y comenta una acción que les de asideros a los denunciados, que ameriten su despido o destitución, para poder deshacerse de esta humilde mujer que por el solo hecho de ser revolucionaria y chavista y seguir los mandatos de su conciencia hoy se vea en la humillante situación de excluida por parte de las autoridades del HOSPITAL DOMINGO LUCIANI.
Tal vez esta no se la forma y la manera de plantear las cosas, en relación a esta mujer, pero antes de que se sigan cometiendo injusticias con esta compatriota sería muy bueno camarada ministra, que se efectuará una investigación exhaustiva, en esa institución y de esa forma se le estaría reivindicando los derecho mancillados a esta compatriota en esa institución.
Es solo una sugerencia camarada Ministra María Eugenia Sader
CHAVEZ es el camino, CHAVEZ es la razón
Sin CHAVEZ no habrá ¡patria! ni revolución
cabacote@gmail.com