lo esperaban, la historial oral desde siglos había enseñado que el ungido vendría algún día a este planeta a traer y dar la buena nueva y libertad a los pueblos sometidos humillados y esclavizados por el sistema imperante y los césares de aquellos días, quienes se había erigidos en dueños y señores del mundo conocido hasta entonces.
Sin embargo muchos pueblos ya habían perdido las esperanzas y dejaron de creer en aquella utopía de los tiempos. Pero un día menos pensado aparecieron unos personajes con vestimenta un tanto extravagante a la usanza de Reyes, se movilizaban en grandes camellos, bajo el espaviento de que traían la buena noticia:-“el ungido estaba por llegar”- éllos dijeron- venían del Oriente en misión de recibirlo como Rey de Reyes, al que por siglos de siglos había sido anunciado.
Se trataba a saber, de astrólogos que habían logrado divisar una nave que surcaba a gran velocidad el espacio sideral. Y con sus herramientas brújulas y telescopios rudimentarios durante varias semanas hicieron seguimiento hasta calcular aproximadamente en que lugar bien podría aterrizar, por eso la media noche del día en que efectivamente la nave cayó sobre el territorio cercano a la Pequeña aldea de Belén, esos tres personajes con vestimenta de Reyes estaban allí oportunamente, lo que permitió que sacaran de la capsula a un ser idéntico a los humanos, al que sometieron en líquidos aromáticos para quitarles la radiactividad.
En ese instante pasaban de largo por allí, los esposos José y María vecinos de Nazaret, iban hacía la pequeña población de Belén, donde el imperio romano había abierto censo de población, por eso fue la pareja que gustosamente recibió aquel hermoso niño de manos de los astrólogos, quienes sin darle mayor explicación, decidieron camino contrario al que llevaban la joven María y el carpintero José, perdiéndose en el infinito hasta el día de hoy, es como si, se hubiesen marchado en aquella nave espacial al infinito.
Lo cierto de todo, es que no se tiene conocimiento si a todas éstas, la pareja de Nazaret y el hermoso niño recibido de aquellos extraños se hubiesen empadronado o no, pero un buen día siendo niño aun, reapareció discutiendo sobre el bien y el mal con los sabios y doctores de aquellos lares y en sus años de adolecente en la boda de Canaán hizo de tripas corazones y de vinagre agrio saco un buen coctel sabor uva, que los catadores ebrio de tanto beber, consideraron que era el mejor vino que habían tomado en toda su vida de bohemios.
Maravilloso ser que desapareció de repente por años, fue solo después de muchas lunas y muchos soles, que volvió a dar huella de su existencia, para entonces alcanzaba a tener cerca de treinta y tres años, era esbelto y carismático, su verbo irrumpió como látigo sobre los clericós y fariseos que estaban entregados a los designios del imperio ocupante del pueblo Palestino; con el poder de su alma limpia curo enfermos, reivindico el derecho a ser libres al exclamar:- “Buen aventurado los que sufre porque de ellos será el reino de dios”, que es tanto como decir ahora: -”buen aventurado los excluidos, porque de ellos será la felicidad por la que luchamos en estos tiempos”.
Multiplicó panes y peces para dar de comer a comunidades en hambruna que hallo en su camino, por eso llamó a los poderos para que dejaran su riqueza mal habida, y devolvieran parte de esa riqueza a sus hermanos explotados que sobre vivían en condición de esclavos o siervos.
Denunció el saqueo del imperio romano sobre su pueblo (“lo que es de mi pueblo déjenselo al pueblos y lo que es del César será del césar”); acuso a la oligarquía de aquella región de estar arrodillada ante el ocupante. Ellos le valió el calificativo de anti sistema; traicionado por uno de los suyos, arrestado y en juicio brevísimo condenado al suplicio del empalamiento y luego sacrificado en una cruz en medio de dos ladrones en El Gólgota; fue humillado, muerto y sepultado; dieronle de beber hiel y con lanza al ristre apuñalearon su costado derecho y en la agonía de la tarde cuando se esconden los últimos rayitos de sol, fue bajado de la cruz por varios de sus seguidores en presencia de quien históricamente fungió de Madre, llevado a una cripta permaneció durante tres días, cuando salió, a buscar a sus apóstoles quienes quedaron maravillados y convencidos que ciertamente aquel que había entrado hacia menos de una semana montado en lomo de burro prestado, en medio de multitud era el ungido.
En esos día volvió a reaparece sobre el firmamento una nave espacial brillante de rayos tornasolados, y cuan gavilán se paralizo en el cielo, dejando caer brillante luz incandescente, sobre el que se desplazó lentamente la figura pálida del ser que hacía 33 años había llegado a este planeta en una nave similar que cayo cerca de Belén y que fuera divisada por los astrólogos- que repito- desde entonces nunca más, se volvió a saber nada de éllos.
Ahí fue subiendo como en ascensor envuelto en ese rayo brillantísimo hasta la puerta de la nave, desde donde lanzó estas palabras:-“Hasta nunca, mal agradecidos…”
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(*) Rector UPT “Manuela Sáenz”