Patógenos magnicidas en el menú de armas imperiales

 Alejar a nuestros presidentes de Black Berrys y de fotógrafos, algo nuevo está  intentando el imperio, más allá  de la manipulación de las inundaciones y los terremotos, ahora pareciera que son capaces de inducir cáncer o enfermedades mortales a la dirigencia progresista.  

Raúl Bracho. 

A no ser por haber leído una nota, en la que el comandante presidente de Venezuela llega a dudar de algo que desde hace un tiempo vengo sospechando, no hubieses escrito esta nota. Repito aquí lo expresado por nuestro presidente textualmente: “Que cosa tan extraña esto que está pasando en América Latina con algunos líderes progresistas. Murió Kichner. Luego el cáncer de Dillma (Rousseff), el de (Fernando) Lugo, de Chávez, y ahora de (Luis Inácio) Lula” Comentó, asimismo, la extraña muerte del líder palestino, Yasser Arafat, por causa de un misterioso desorden en la sangre y la suposición de que el Mossad (agencia de inteligencia israelí) le haya administrado talio, tóxico empleado como rodenticida, para provocar su deceso. 
 
Sin embargo, Chávez advirtió que todo lo afirmado “sólo son especulaciones”. “No vayan a decir de inmediato por el mundo, que yo estoy acusando a alguien del cáncer que me dio, o del que le llegó a Lula (…) No tengo ninguna razón para afirmar nada al respecto”, sostuvo. 

A balazos en la sien murió  Gaddafi, pero pareciera que entre las nuevas armas imperiales encontramos la posibilidad de inocular enfermedades que se desarrollen a altas velocidades en los organismos, patógenos diseñados para hacer producción de células cancerígenas. Ya desde hace unos años se habla de la capacidad de poder actuar con rayos de  microondas desde los teléfonos Black Berris, que tienen la posibilidad de ubicación exacta del usuario y que colocados en su cabeza pudieran generar desórdenes, esto podría estar en conexión con la esparción de elementos químicos imperceptibles en las áreas desde donde los presidentes dan sus declaraciones a los medios. 

Yo asumo de nuevo la posición de denunciar como verdadero todo lo que podamos imaginar, cada vez que algo anormal ocurre, debemos sospechar de un imperio que a puesto a cientos de grandes científicos a su servicio para crear todo un arsenal de nuevas armas imperceptibles y que no puedan ser achacadas a ellos sin que seamos acusados de conspiranoicos.  

Es un deber de nuestras fuerzas de seguridad mantener a nuestros líderes protegidos de usar aparatos electrónicos que puedan ser manipulados desde satélites. Pareciera que hay un nuevo frente de ataque imperial. 

Ya la agenda de guerra del nuevo año está escrita por la Mossad, Irán está en la mira y han puesto un tiempo: en los próximos seis meses los sionistas de Israel atacarán a Irán y generarán la peor de las guerras que nos podamos imaginar, seguramente precedidos de movimientos telúricos producidos por HAARP que desde el terremoto de Chile no sale a la escena. El próximo año podría igualmente seguir llenándose de grandes victorias como las ocurridas en las elecciones de Argentina y hace horas en Nicaragua, el imperio tratará de evitar el aplastante triunfo de Chávez el próximo octubre que apunta a sobrepasar porcentajes del 80 por ciento. En la medida en que el imperio de la guerra actúa, la humanidad abra mas grande sus ojos y asume su lucha en contra de quien solo oferta pobreza, desempleo, guerra y muerte. 
 
 
Viviremos y venceremos!!!!  

brachoraul@gmail.com



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Raúl Bracho


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