La estrategia
para apoderarse de las riquezas de Venezuela y de toda América del
Sur ha sido persistente: derribar gobiernos que no obedecen a sus ordenes,
mediante la división interna de sus territorios y sus poblaciones.
Así hicieron para dominar a África y Asia los ingleses, alemanes,
italianos, holandeses, portugueses y mucho tiempo atrás los españoles
cuando eran imperio. Los gringos como buenos alumnos de los ingleses
continúan las mismas políticas.
En Bolivia,
Ecuador, Nicaragua y Venezuela están aplicando la misma receta:
polarizar a la población para que estas se enfrenten internamente,
dividirlos territorialmente y luego suministrarles armas y dinero
a los grupos que han logrado captar para sus fines. La idea es
que ellos no intervengan directamente, sino que sus testaferros se ocupen
del trabajo sucio.
En la frontera
colombo-venezolana han hecho un trabajo de filigrana. Usando los
regionalismos, el contrabando, la penetración cultural y el racismo
han logrado crear polos que se confrontaran apenas aparezca
la chispa que encenderá las praderas en una guerra fratricida
de largo vuelo. Ya han logrado que los maracuchos y el resto del
país no se vean con buenos ojos y que “gochos”, colombianos, maracuchos
y centrales se muestren los dientes.
La estrategia
les ha funcionado también a nivel geográfico pues la forrmacion de
una “media luna geográfica”, compuesta por los Estados Zulia, Mérida,
Táchira y Trujillo para enfrentar al resto del país avanza con paso
firme. El fracaso sufrido en Bolivia no los ha amilanado y esperan tener
mejor suerte con Venezuela. Ya controlan al Edo. Zulia, el cual
reúne todas las condiciones geopolíticas y geoestrategicas para nuclear
un nuevo Estado con petroleo y salida al mar. Con el Táchira
en el bolsillo y un toquecito que den con la gobernaciones
de Mérida y Trujillo el mandado está hecho.
Una muestra
de trabajo bien hecho lo observamos en San Cristóbal, capital del Estado
Táchira, donde el anterior gobernador (que era bolivariano
y revolucionario) les tendió la cama para que llegara a la gobernación
el “masamorro” que ahora hace lo que le da la gana y permite
el dominio ideológico, cultural, económico y político de los
colombianos en la región. El gobernador bolivariano se ocupó
de atender, mimar y favorecer a la clase media tachirense, llenándole
sus espacios de obras publicas y dándole créditos, pensando que se
la ganaría y dejó de lado a los sectores pobres
que después le pasaron factura.
Alguien afirmó
que Chávez ganará en todos los Estados de Venezuela, menos en el Táchira
y cuando uno se acerca a San Cristóbal tiende a creerlo, pues se observa
que el pueblo expresa, que todas sus vicisitudes son
por culpa de Chávez y que en Cúcuta está el modelo a
seguir y por lo tanto anhelan a un presidente parecido a Santos o a
Uribe. Para algunos venezolanos, que trabajan en Venezuela y viven en
Cúcuta, la “paz” que se respira allí la anhelan para Venezuela.
La cultura colombiana está metida hasta los tuétanos en los tachirenses.
Si tuviéramos un enfrentamiento bélico con Colombia, la mayoría de
los tachirenses se alistarían en las filas colombianas. Eso es
muy grave y pienso que la revolución bolivariana debe hacer un gran
esfuerzo por reconquistar a ese espacio. Muchos de los colombianos
residenciados en Venezuela y que se benefician de nuestros
servicios, que se aprovechan de los dolares que mensualmente compran
para enviarlos a sus familiares y que tienen a sus
hijos estudiando aquí, porque no pagan por ello, muchos
de ellos, hablan pestes del presidente Chávez y viven en
una eterna quejadera por la inseguridad que ellos perciben en nuestro
país, sin tomar en cuenta que gran parte de esa inseguridad la producen
sus paisanos.
San Cristóbal es de Cúcuta, es Cúcuta y vive para Cúcuta. Allí se asienta el poder fáctico y allí se toman las decisiones que afectan a toda la “media luna”. La penetración es de tal magnitud que hasta los maracuchos reciben sus coordenadas desde la “Suiza de Sur América”: CUCUTA. Y ya eso es mucho decir.
juanveroes64@hotmail.com