CELAC y locos verdaderos

Aquel loco, como Alonso Quijano, “El Quijote”, dijo “locamente”, “Ojalá el istmo de Panamá sea para nosotros lo que el de Corinto para los griegos”.

El orate, aquel que ve o intuye lo que los demás no pueden, por demasiado cuerdos o atados a lugares comunes y mandatos de titiriteros, percibió que el bloque de los americanos del norte, actuando bajo el mandato de un mismo Estado, un enorme mercado y cierto desarrollo económico, se plantearía a partir de un dia cualquiera, por la dinámica de su propio crecimiento, la necesidad de controlarnos para insertar nuestra economía en la suya. Entendió, porque su locura daba para eso, que eso significaría utilizarnos en sentido absoluto para su bienestar.

Por eso dijo aquello que, “Estados Unidos parecen destinados por la providencia a plagar a América de miserias en nombre la libertad”.

Porque el loco, o aquel “general Longaniza”, como con desprecio le llamó la oligarquía sureña, podía horadar los tiempos y ver con claridad el futuro.

Por esos extraños sortilegios, los locos son tales. Los cuerdos, quienes se solazan y rien señalando hasta con burla a aquellos, tienen también su virtud, fácilmente les detectan, sólo para de ellos burlarse.

Pero esos locos de remate, de vez en cuando, alborotan avisperos o hacen de la locura una enfermedad contagiosa, colectiva y de repente tras un loco marcha una multitud enloquecida que quiere trastocarlo todo y apuntar al futuro. Por eso, la gente que le mete a la locura, aunque sea por rachas, suele decir “Alerta que camina la espada de Bolívar por América Latina”.

El CELAC, sin gringos y canadienses, sólo formado por la gente nuestra, con sobradas cosas en común y necesidad de unirse en verdadera familia, es eco de la locura de aquel loco caraqueño que perdió el juicio por mezclarse con otro que había perdido la chaveta, uno que hasta se hizo llamar Robinson.

Ahora mismo en diciembre, dentro de pocos días se instalará el CELAC, porque un loco, comenzó a hablar solo y logró que aparecieran otros locos o algún cuerdo perdiera la sensatez y se les uniera.

La OEA, o “Ministerio de Colonias” de los gringos, se agita en estertores. Bolívar vuelve “cuando le creían muerto” y está ganando una batalla trascendente.

¡Viva Bolívar! ¡Vivan los locos! Bello homenaje. No podía ser mejor.

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Eligio Damas

Militante de la izquierda de toda la vida. Nunca ha sido candidato a nada y menos ser llevado a tribunal alguno. Libre para opinar, sin tapaojos ni ataduras. Maestro de escuela de los de abajo.

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