Los días por transcurrir de lo que queda de año, que se destacan con la celebración de un gran evento que reunirá a los países latinoamericanos, sin USA y Canadá, en un intento por, después de más de 200 años, buscar cristalizar el sueño del Libertador de unir en un solo bloque que conforme la gran Patria o Patria grande como él la llamó, serán días críticos cargados de ataques desde todos los frentes del imperialismo,, internos y externos, de los herederos de quienes frustraron los planes integracionistas que se pretendieron en su momento en el Congreso Anfictiónico de Panamá.
Ya hemos visto por lo medios tarifados de aquí y de buena parte del mundo, como los ataques van en aumento, el imperio mueve sus fichas y todo su poder para que sus títeres asistan para desde dentro oponerse abiertamente, como lo van a hacer para imponer la tesis de que Estados Unidos y Canadá son indispensables en la nueva organización que se pretende instaurar, es decir vienen a garantizar que el objetivo se frustre, así veremos por lo menos a nueve jefes d estado o más, llevando la voz discordante, en franca oposición a la idea que surgió desde la Patria de Bolívar y si las decisiones que se puedan tomar, para que tengan validez acordes con las normativas internacionales, tienen que ser por consenso, habrá que vivir en lugar de una histórica cita una frustración más.
Quienes así pensamos en lo cual no soy exclusivo, pues ya son muchos los que han expresado sus reservas en cuanto al éxito de este propósito, simplemente somos realistas.
Es imposible no pensar que un Piñera de Chile, un Santos de Colombia, Honduras, Guatemala, Panamá, Costa Rica, México, entre otros vengan a avalar la exclusión de Estados Unidos y Canadá, pues bien sabemos los intereses que se mueven y la dependencia ideológica y de todo tipo, de los países en manos de la derecha en América Latina, que con seguridad van a asistir pero no porque tengan la intención de apoyar la idea de unificación, sino para cumplir al pié de la letra las instrucciones imperiales.
Así pues que los revolucionarios tenemos que estar preparados para resistir la arremetida mediática que vendrá, tildando de fracaso el proyecto, seguramente achacándoselo a Chávez, a quien van a intentar presentar como el único culpable de los resultados que allí se obtengan y que nunca van a ser decisorios para dejar a un lado la nefasta influencia de los países neoliberales representados por Estados Unidos y Canadá..
A mi entender solo un milagro del más allá, haría falta para lavarle el cerebro a los enemigos de la integración de los pueblos de América, que el imperio tiene como su patio trasero y que en la OEA, lo vemos a cada rato materializado, cuando se toman decisiones para complacer la voluntad de quien pretende ser amo y señor de la humanidad.
Ya lo ha denunciado nada menos que el Presidente de la Asamblea Nacional y seguro que el padre de la criatura de la cual no es Chávez el original, sino quien levanta la bandera del verdadero quien dejó esa tarea a las nuevas generaciones, lo intuye y hará lo que esté a su alcance por frustrar los planes imperiales, él sólo no lo va a lograr, ni siquiera con el aval de la mayoría, por lo que se hace indispensable que los pueblos se manifiesten, salgan a la calle a respaldar la única fórmula que nos podrá garantizar más pronto la verdadera libertad, pienso que ello debe estar en los planes de los presidentes progresistas de América para movilizar a sus pueblos, pero en los que quienes gobiernan son sus marionetas serán los pueblos quines han de salir a imponer su voluntad como ya lo han logrado en otros aspectos, lo vimos en Colombia contra una Ley de Educación neoliberal, lo estamos viendo en Chile contra la privatización de la Educación y este es un motivo prioritario porque unidos los pueblos de América, aumentará por lógica el músculo libertario y la solidaridad entre los más pobres, se convertirá en terreno fértil para ser verdaderamente independientes.-
