Solo que ya era tarde. El recio PAQUETE NEOLIBERAL que trató de implementar (Liberación de precios, aumento de la gasolina, devaluación del 150%, amplio plan de inversión en petróleo y petroquímica, reducción de la protección arancelaria, flexibilización del tratamiento a las inversiones extranjeras, pago de la deuda privada con dólar preferencial, acuerdo de asistencia con del FMI y el Banco Mundial, financiamiento externo y colocación de los bonos de la República en el mercado financiero internacional,…) el pueblo no lo soportó y apuntó hacia donde tenía que apuntar: A DESLEGITIMAR AL PUNTOFIJISMO Y A SU PROYECTO NEOLIBERAL. A poco más allá de los 20 días de iniciado su período, le reventó el Caracazo (Verdadera revuelta popular que se extendió a todo el País, teniendo su punto crítico en Caracas, el 27 de febrero de 1989) y posteriormente, desde el propio seno de las Fuerzas Armadas: EL LÉGITIMO GOLPE DE ESTADO DEL 4 DE FEBRERO y el de EL 27 DE NOVIEMBRE DE 1.992. A partir de allí, quedó, políticamente, herido de muerte; situación que obligó al bloque del Puntofijismo, con Caldera y sus más connotados representantes del Empresariado y del Poder Institucional, a buscar una salida en la renuncia que reclamaba el pueblo en permanente protesta. De esa manera a los 4 años y cuatro meses, contribuyen para que abandone el poder y ubican en su lugar a una de las “vacas sagradas” de la Cuarta República: El octagenario, Ramón J. Velásquez; quien, en ocho meses, haría el mismo mandado, agregándole un favorecimiento espeluznante al narcotráfico, tras la firma del indulto a Larry Tovar, con lo cual sumó a su naturaleza política pitiyanqui, sus bajas pasiones personales (Ver Aporrea: “La Historia sórdida y secreta de Ramón J. Velásquez”. 28.05.10. Por: José Sant Roz).
El costo social de esta política recayó sobre el sector laboral y los grupos mayoritarios: caída de la remuneración, informalización del trabajo e incremento considerable de la pobreza. La pobreza crítica pasó del 51% y la capacidad de consumo de los hogares se redujo a la mitad. El promedio de la inflación en este período fue del 46%. La tasa de crecimiento económico se hizo negativa (-1,1) y la Deuda externa aumentó 15% .
Marcha el pueblo hacia el nuevo quinquenio: 1.- Manteniendo su carga de malestar contra el Puntofijismo y su Proyecto Neoliberal. 2.- Confundido con un discurso redentor de Caldera ( Congreso de La República. 5 de febrero, 1992) que descartando la tesis del magnicidio, se centraba en los indicadores de exclusión y miseria que registraba Venezuela, sin saldar cuentas con causas y protagonistas. 3.- Explorando mentalmente la viabilidad de un Chávez y 4.- Ayuno de un mensaje de izquierda. La mayoría de este campo medraba en el poder (Verbigracia el MAS, a quien cada día le pesaba más su nominación “socialista”), otros deslindaban de la izquierda bajo un matiz absolutamente sectario (Causa R) y los radicales, lamentaban, sin reflexionar mucho, su derrota en las décadas del 60 y del 70.
Su condición de criminal, siempre presto a cumplir con un clima de Paz para darle continuidad a la entrega, la refrendó Carlos Andrés Pérez con más de 400 muertos y 10.000 heridos durante el Caracazo. Hasta aquí, el Plan continúa (siempre dejándole los máximos beneficios al Imperio), con Presidentes y Partidos del Puntofijismo fieles a su compañero de viaje; solo que el pueblo dio muestras de querer sacudirse con reciedumbre los males del capitalismo.
¡ NO VOLVERÁN. PATRIA SOCIALISTA. VIVIREMOS Y VENCEREMOS!
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