Parte VII

La cuarta y su compañero de viaje

        Sin dudas, el más aprontado de los lacayos con quien contó el Imperialismo en la etapa del Puntofijismo fue Carlos Andrés Pérez, por ello el Plan modernizante de la Dependencia, que le exigió su compañero de viaje a estos títeres, luego de cumplido los diez años de expoliación a nuestro País, bajo la modalidad “democrática”, se lo arrebató al Copeyano Caldera, para asumirlo él, en su Primer Mandato, bajo la rimbombante nominación del Proyecto de LA GRAN VENEZUELA (PLAN IMPERIO: PLAN TINOCO). Este Plan que signó obligantemente las gestiones de: CALDERA I (“Pacto Institucional”), CAP I (“Gran Venezuela”), Luis Herrera (“Enfriamiento de la Economía”) y Jaime Lusinchi (“Pacto Social”); lo retoma con todo su amor antipátrida, Carlos Andrés Pérez en su segundo mandato (1.989-1.994), ahora bajo el remoquete de: “El Gran Viraje”.

        Solo que ya era tarde. El recio PAQUETE NEOLIBERAL que trató de implementar (Liberación de precios, aumento de la gasolina, devaluación del 150%, amplio plan de inversión en petróleo y petroquímica, reducción de la protección arancelaria, flexibilización del tratamiento a las inversiones extranjeras, pago de la deuda privada con dólar preferencial, acuerdo de asistencia con del FMI y el Banco Mundial, financiamiento externo y colocación de los bonos de la República en el mercado financiero internacional,…) el pueblo no lo soportó y apuntó hacia donde tenía que apuntar: A DESLEGITIMAR AL PUNTOFIJISMO Y A SU PROYECTO NEOLIBERAL. A poco más allá de los 20 días de iniciado su período, le reventó el Caracazo (Verdadera revuelta popular que se extendió a todo el País, teniendo su punto crítico en Caracas, el 27 de febrero de 1989) y posteriormente, desde el propio seno de las Fuerzas Armadas: EL LÉGITIMO GOLPE DE ESTADO DEL 4 DE FEBRERO y el de EL 27 DE NOVIEMBRE DE 1.992. A partir de allí, quedó, políticamente, herido de muerte; situación que obligó al bloque del Puntofijismo, con Caldera y sus más connotados representantes del Empresariado y del Poder Institucional, a buscar una salida en la renuncia que reclamaba el pueblo en permanente protesta. De esa manera a los 4 años y cuatro meses, contribuyen para que abandone el poder y ubican en su lugar a una de las “vacas sagradas” de la Cuarta República: El octagenario, Ramón J. Velásquez; quien, en ocho meses, haría el mismo mandado, agregándole un favorecimiento espeluznante al narcotráfico, tras la firma del indulto a Larry Tovar, con lo cual sumó a su naturaleza política pitiyanqui, sus bajas pasiones personales (Ver Aporrea: “La Historia sórdida y secreta de Ramón J. Velásquez”. 28.05.10. Por: José Sant Roz).  

    El costo social de esta política recayó sobre el sector laboral y los grupos mayoritarios: caída de la remuneración, informalización del trabajo e incremento considerable de la pobreza. La pobreza crítica pasó del 51% y la capacidad de consumo de los hogares se redujo a la mitad. El promedio de la inflación en este período fue del 46%. La tasa de crecimiento económico se hizo negativa (-1,1) y la Deuda externa aumentó 15% .   

        Marcha el pueblo hacia el nuevo quinquenio: 1.- Manteniendo su carga de malestar contra el Puntofijismo y su Proyecto Neoliberal. 2.- Confundido con un discurso redentor de Caldera ( Congreso de La República. 5 de febrero, 1992) que descartando la tesis del magnicidio, se centraba en los indicadores de exclusión y miseria que registraba Venezuela, sin saldar cuentas con causas y protagonistas. 3.- Explorando mentalmente la viabilidad de un Chávez y 4.- Ayuno de un mensaje de izquierda. La mayoría de este campo medraba en el poder (Verbigracia el MAS, a quien cada día le pesaba más su nominación “socialista”), otros deslindaban de la izquierda bajo un matiz absolutamente sectario (Causa R) y los radicales, lamentaban, sin reflexionar mucho, su derrota en las décadas del 60 y del 70.

        Su condición de criminal, siempre presto a cumplir con un clima de Paz para darle continuidad a la entrega, la refrendó Carlos Andrés Pérez con más de 400 muertos y 10.000 heridos durante el Caracazo. Hasta aquí, el Plan continúa (siempre dejándole los máximos beneficios al Imperio), con Presidentes y Partidos del Puntofijismo fieles a su compañero de viaje; solo que el pueblo dio muestras de querer sacudirse con reciedumbre los males del capitalismo.

¡ NO VOLVERÁN. PATRIA SOCIALISTA. VIVIREMOS Y VENCEREMOS!

gilfreddy@rocketmail.com



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Freddy Gil


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