¡Una
Comunidad de 33 países latinoamericanos y del Caribe! ¡Una alianza de 540
millones de personas sobre 20 millones de kilómetros cuadrados! ¡Una unión
regional que posee los mayores recursos naturales del mundo! ¡Una hermandad de
pueblos con una sola religión sincretizada mayoritaria y dos lenguas
predominantes, sin insalvables diferencias culturales! ¡Una fraternidad sin la
tutela de Estados Unidos! ¡Un millar de tareas en el camino de la Comunidad de Estados
Latinoamericanos y Caribeños hacia la culminación de nuestra Independencia!
EN
LO ECOLÓGICO Y TERRITORIAL
Concluir
un censo integral de la biodiversidad y recursos de la región y fijar los
límites para su explotación. Declarar reservas forestales y aguas bienes del
dominio público no susceptible de privatización Ni explotación. Anular las
concesiones extranjeras, expulsar industrias predatorias y contaminantes y
promover el control nacional de las empresas que extraigan y transformen
recursos naturales y desarrollen fuentes alternativas de energía renovable.
Limitar o erradicar agrocombustibles. Excavar un segundo canal interoceánico
bajo control regional, integrar en una sola arteria fluvial los grandes ríos
suramericanos, aprovechar a plenitud el potencial hidroeléctrico, concluir la
red ferrocarrilera que comunique todos nuestros países. Adoptar políticas
comunes para contrarrestar el cambio climático y enfrentar los desastres
causados por él.
EN
LO SOCIAL
Aunar
esfuerzos para acabar con la pobreza y disminuir la desigualdad. Reforma
Agraria integral y control social sobre la tierra dirigidos a obtener la
soberanía alimentaria y combatir la crisis mundial de alimentos. Desarrollar
políticas poblacionales y abrir oportunidades que eviten a los pueblos la
migración forzosa a las urbes y al exterior. Proteger formas de producción
tradicionales. Promover la desconcentración urbana mediante centros de
desarrollo alternativos y técnicas de gerencia a distancia. Humanización de las
ciudades. Reconocimiento e institucionalización de los Movimientos Sociales.
EN
LO ECONÓMICO
Reformulación
de los parámetros del Desarrollo en función de la sustentabilidad y
renovabilidad. Apertura e intensificación de las relaciones e intercambios
comerciales hacia Asia, África y el Pacífico. Revisión y cesación colectiva de
pagos de la Deuda
Externa. Fortalecimiento y extensión de alianzas comerciales
internas, con exclusión de los países que tengan Tratados de Libre Comercio con
potencias foráneas, y denuncia de estos acuerdos. Nulidad de los Infames
Tratados contra la
Doble Tributación, que inmunizan a las transnacionales contra
los impuestos. Sometimiento de las maquilas a las leyes y derechos laborales
locales. Iniciativas para el progresivo control social de industrias básicas y
estratégicas. Lanzamiento del SUCRE y del Banco del Sur.
EN
LO POLÍTICO
Recuperación
plena de la soberanía territorial, legislativa, judicial y administrativa
disminuida por tratados y acuerdos internacionales. Democracia social y
económica participativa. Armonización entre movimientos sociales, partidos y
Estados. Prohibición de subsidios foráneos a organizaciones políticas y de
entes financiados por ellas. Informatización del Estado para garantizar que la
información esté disponible para administradores y ciudadanos y que la mayoría
de los trámites puedan ser cumplidos a distancia. Reconocimiento del derecho
del Estado a intervenir en cuestiones económicas y sociales, proteger las
industrias y regular y controlar al capital financiero.
EN
LO ESTRATÉGICO
Declaración
de América Latina y el Caribe como Zona de Paz. Presión colectiva para el
retiro de las bases militares de Estados Unidos. Exigencia del cese de los
sobrevuelos por naves militares foráneas. Exclusión de flotas militares
extrañas a la región en nuestros mares territoriales. Refuerzo de la seguridad
informática y creación de redes regionales independientes fundadas en el
software libre. Denuncia del Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca y
sustitución por pactos mutuos de no agresión, solución pacífica de los
conflictos, y respuesta colectiva a las agresiones de potencias externas.
Acceso para todas las clases a la carrera militar. Milicias populares. Formulación
de doctrinas y planes de guerra popular de resistencia, guerra asimétrica y
conflicto de baja intensidad. Creación de industrias propias de implementos
defensivos. Desmantelamiento del narcotráfico clausurando las vías de
transferencia a Estados Unidos y Europa, los principales financistas y
consumidores del planeta.
EN
LO CULTURAL
Revisión
y divulgación de nuestra Historia mancomunada. Libertad y fomento de la
circulación de bienes culturales entre nuestras repúblicas. Rescate,
preservación y enaltecimiento de nuestro patrimonio cultural. Desarrollo de
políticas para eliminación definitiva del analfabetismo, gratuidad de la
enseñanza en todos sus niveles, sistemas masivos de educación a distancia y
normas integrales de validación y reválida de estudios. Rescisión de todos los
acuerdos y tratados mediante los cuales Estados Unidos y Europa ejercen
influencia o control sobre los contenidos y métodos de nuestros sistemas
educativos y de investigación. Orientación de la investigación académica y científica
hacia nuestros problemas regionales. Protección para la música, la
cinematografía, la televisión producidas en la región. Red de agencias
informativas regionales. Rigurosas normas de responsabilidad social para los
medios de comunicación. Multiplicación de emisoras libres, alternativas y de
servicio público con alcance continental. Creación de redes de Institutos de
Estudios Latinoamericanos y del Caribe.
EN
LO INTERNACIONAL
Un
mecanismo de unión no opera por sí mismo los milagros que requiere un mundo. No
repitamos las experiencias de la
Liga Árabe o de la Unión Africana, que más de una vez abandonaron a
sus miembros ante la agresión imperial. Latinoamericanos y caribeños son
sometidos en otros países a discriminatorios y draconianos regímenes de visado
e inmigración: deberíamos aplicar siempre y en todo caso a los nacionales de
ellos la estricta reciprocidad. Concurren en la CELAC países con
orientaciones distintas, algunos abiertos hacia el futuro, otros todavía
uncidos a pactos, compromisos y dependencias con los poderes hegemónicos que
hoy entran en decadencia. Algunos de sus miembros tienen Tratados de Libre
Comercio con Estados Unidos o con la Unión Europea. A través de tales acuerdos podrían
entrar en nuestras economías como caballos de Troya. Otros tienen gobiernos
surgidos directa o indirectamente de la fuerza contrarrevolucionaria. Delicada
será la tarea de concertar entre tan distintas perspectivas. Seguramente la CELAC subsumirá la
incipiente organización de UNASUR, añadiéndole a México y Centroamérica. Entre
otros cometidos, queda planteado el de la progresiva desvinculación hacia la OEA, que durante toda su
existencia sirvió para legitimar las injerencias de Estados Unidos y agredir,
aislar o deslegitimar las experiencias progresistas. La potencial unidad de la CELAC le asignaría un peso
determinante en la
Organización de Naciones Unidas. Esta nutrida coalición de
países podría aspirar a ejercer posiciones decisivas en el Consejo de
Seguridad, en el Consejo de los Derechos Humanos, en la Organización Mundial
del Comercio y en otras secciones claves del organismo mundial. El nuevo ente
tendrá sin duda una actitud menos obsecuente hacia la Alianza Atlántica,
que se hunde en el desastre de la crisis económica, y más abierta hacia China,
Rusia, India, Japón y en general el Asia, África y las potencias emergentes.
Bien podría asumir el liderazgo de un revitalizado Movimientos de los Países no
Alineados. América Nuestra es el camino hacia Nuestro Porvenir. América Latina
y el Caribe ya no es patio trasero de nadie.
CONSULTE
TAMBIÉN:
http://laplantainsolente.blogspot.com.
http://luisbritto.wordpress.com
Versión
en francés, gracias a la inteligente ayuda del amigo Romain
Vallée:http://luisbrittogarcia-fr.blogspot.com
Libros
de Luis Britto en Internet:
Rajatabla:
www.monteavila.gob.ve
Dictadura
mediática en Venezuela: www.minci.gob.ve
http://www.facebook.com/Luis.Britto.Garcia