A Bs.1,50 vende el café el Sr. Luís. Cerca de la Av. Urdaneta. Frente a la iglesia de Santa Capilla. A pocas cuadras de Miraflores. Uno le pregunta por qué lo vende tan barato y él responde simplemente que ese es el precio… Es chavista. Sin contradicciones. Expresa el socialismo con lucidez. “Es algo que está aquí, en el pecho; es respetarse a sí mismo”. Uno piensa en el Sr. Luís y siente que la vida vale la pena ser vivida. Uno piensa en Mario Monti, y en el significado de su nombramiento como nuevo primer ministro italiano, y siente mucho desasosiego, asco incluso, siente que hay algo que no anda bien en el mundo. Es la degradación de la política y es la degradación de la vida misma. Y no tiene sentido explicar por qué, debe ser evidente para cualquiera que valore la autenticidad…
Nuestra vacua y triste oposición está atiborrada de Sres. Monti. ¡No perdamos el tiempo con ella! Nos preocupa nuestro lado, el lado de la revolución. Fidel es un vendedor de café a Bs. 1,50 y ha logrado la hazaña, en el desdibujado mundo en el cual vivimos, de hacer que una parte mayoritaria del valiente pueblo cubano lo sea también. Chávez es un vendedor de café a Bs. 1,50. Él lo ha manifestado cuando se recuerda a sí mismo como el “arañero de Sabaneta”. También cuando señala que quisiera estar a la vega de un río. Entiende bien el sentido de la vida. Lo son Evo y Correa, y otros Presidentes y Presidentas de AL. Los hay muchísimos en el hermoso pueblo venezolano. ¡Ay, pero no sucede lo mismo con una parte importante de nuestra dirigencia!
Gobernadores, alcaldes, diputados, concejales y funcionarios públicos. Hay muchos que se parecen al Sr. Monti. ¡Qué inmenso dilema para la Revolución Bolivariana! Los que somos de clase media, debido a nuestra propia condición social, tenemos mucho de Sr. Monti y eso debe hacernos reflexionar. ¿Qué porcentaje de uno y qué porcentaje del otro tienen nuestros Gobernadores y Alcaldes? Si tienen más de Sr. Monti, que de Sr. Luís, no deberían ir a la reelección. Y creemos que la mayoría tiene más de Sr. Monti. ¡No valoran la trascendencia de la Revolución Bolivariana! ¡No tienen sentido de la historia! ¡Les falta humildad!
¡Qué cada
quien se vea y se analice a sí mismo! ¡Todo revolucionario debe ser
integralmente honesto!