Espacio crítico para la construcción socialista #63

La “crítica propositiva” hacia el 2012

Los años electorales, y aún más si son presidenciales son difíciles para la crítica y autocrítica. En un año donde el objetivo fundamental es persuadir al electorado que quien se presenta es la mejor opción ante las otras ofertas; en un año donde los ciudadanos se convierten en “votos que caminan”; donde Maquiavelo a través de su celebre frase atribuida, aunque nunca escrita o dicha: “el fin justifica los medios” y Feyerabend con su frase: “todo vale” se convierten en los íconos de la filosofía democrática procedimental (representativa), ganándoles la batalla a Marx, Ludovico, Simón Rodríguez o Mariátegui; en un año donde la radicalización y la polarización son el pan nuestro de cada día; es definitivamente difícil, si no, imposible asumir posturas racionales que conduzcan a respuestas racionales, el libre mercado electoral te conduce inevitablemente a la competencia de “la selección natural” dawiniana confundida con el amor, y nadie enamora a otra persona mostrando lo malo que tiene y lo peor que tiene, así que como el pavo real, veremos las colas más largas y lo mejores colores para la seducción electoral. 

Otra elemento que estará presente en este festín electoral 2012 más allá de los nuevos paradigmas de la ciencia (que niegan la existencia de la objetividad, y más bien hablan de las “subjetividades validadas”, en especial en las Ciencias Sociales, por lo que atribuirse dueño de la verdad termina siendo arrogante), es la verdad como designio divino, recurso retórico útil para hacer política, de esto veremos mucho durante estos últimos diez meses de precampaña y campaña presidencial. 

Sin embargo, será imprescindible para el avance del proyecto político que lidera el Presidente Chávez, comprender y hacer cada día más práctica de la crítica, autocrítica y la “crítica propositiva” para avanzar, si esto no se logra, a pesar de la contradicción con el libre mercado electoral, estaríamos reproducción un modelo “socialdemócrata” contrarrevolucionario y estaríamos sirviendo el escenario para la instauración definitiva de un Capitalismo de Estado que destruiría cualquier esperanza de avanzar en un socialismo bolivariano que promueva un Estado Comunal. 

Por ello, más que la crítica, siempre necesaria, y que la autocrítica: ejercicio muy complejo que requiere un estado de conciencia superior, la que he denominado “crítica propositiva” es una práctica elevada de estado de conciencia que permite revisar y rectificar la coherencia entre el discurso y la acción, a través de propuestas concretas y primordialmente viables.   

Para el año 2012 son varios los aspectos de la vida pública nacional que deberán ser objeto de la “crítica propositiva” y pretendo enumerar algunas para generan un sano debate de estas ideas: 

  1. El esquema de producción petrolera, la propiedad social de PDVSA y el rentismo heredado y mantenido por nuestro gobierno bolivariano después de casi 13 años.
  2. El esquema de consumo estimulado por el Estado revolucionario, que pareciera confundir al “buen vivir” del socialismo con la “calidad de vida” del capitalismo.
  3. La falta de planificación para el establecimiento de nuevas formas en las relaciones sociales de producción.
  4. El estancamiento de la real participación protagónica, que reproduce un grave error cometido por Lenin ante los soviets, superponiendo al Estado y al partido de gobierno sobre el Poder Popular, por la subestimación del pueblo ante su capacidad de autodeterminación.
  5. La política económica venezolana, que obstaculiza la iniciativa nacional (tanto de PYMES como de EPS) y el intercambio internacional, privilegiando las importaciones con un fin noble pero nada productivo, que beneficia a una nueva clase social sin un impacto favorable  al desarrollo del país.
  6. El privilegio del esquema de propiedad del Estado, sin avanzar a la transferencia de propiedad social, estimulando la corrupción, la ineficiencia e ineficacia burocrática.
  7. La relación de liderazgo vertical y escasez de nuevos liderazgos formados para tal fin, cosa que después de casi 13 años es una deuda histórica imperdonable, que  condena al proceso a un alto enroque de las mismas figuras, sin permitir la oxigenación de los cuadros de mando revolucionario, y por ende, no sólo un desgaste, sino, una amplia frustración en los cuadros medios que no ven la posibilidad real de avanzar con propuestas revolucionarias novedosas.
  8. La designación a dedo de los liderazgos locales, sin respeto ni estímulo permanente a los liderazgos emergentes.
  9. La reproducción de un modelo contrarrevolucionario y nada socialista en los esquemas de difusión y propaganda del gobierno y el Estado, enalteciendo el personalismo y estimulando la dependencia.
  10. La ausencia de una política que permita la transformación real del Estado, en un Estado revolucionario y socialista. Pretendiendo desarrollar una revolución sobre el mismo Estado burgués y paquidérmico. 

 
El abordaje de estos 10 aspectos sensibles para la revolución bolivariana y socialista, de manera crítica y comprometida, garantizaría, más allá de las elecciones, pero de la mano de ellas (ya que es el mecanismo que hemos decidido para la viabilización del proyecto), el cumplimiento de los objetivos de la Constitución Bolivariana, el Primer Plan Socialista (PPS) 2007-2013 y el próximo PPS, con el apoyo popular necesario para ratificar la voluntad de avanzar este 7 de octubre de 2012.  

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@NicmerEvans

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Nicmer N. Evans

Director de Visor 360 Consultores, una piedrita en el zapato, "Guerrero del Teclado", Politólogo, M.Sc. en Psicología Social.

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