La alocución
presidencial con motivo de la memoria y cuenta del año 2011, sesión
que debe desarrollarse entre los 10 días posteriores a la instalación
de la Asamblea Nacional, se ha fijado definitivamente para el 13 de
Enero.
Cada alocución
siempre ha generada expectativas que dan lugar a especulaciones en la
opinión pública nacional, pero en el caso de esta asistencia del Presidente
a la Asamblea Nacional una especial atención se cierne producto de
tres variables combinadas:
a. La asistencia
por segundo año consecutivo de una bancada de oposición electa
legítimamente como tal, después de haberse retirado durante 5 años
del escenario de debate público por excelencia.
b. Ser un año
de elección presidencial y de gobernadores, sumado a la reciente convalecencia
del Presidente producto del cáncer.
c. La presencia
en la Asamblea Nacional de la precandidata presidencial de oposición,
diputada María Corina Machado y candidatos a gobernador como Enrique
Mendoza, que generar en su potencial electorado más radicalizado la
expectativa de confrontación con el Presidente Chávez en un escenario
público de tal magnitud.
Esto trae como
consecuencia la posibilidad de formular diversos escenarios de lo que
puede acontecer este viernes 13:
- Que la bancada de oposición decida en conjunto desarrollar una acción que llame la atención o pretenda ridiculizar la alocución del Presidente (desde utilizar papelógrafos con un mensaje conjunto o varios mensajes, hasta la retirada conjunta de la oposición del hemiciclo en un momento determinado del discurso).
- Que por fracciones de la bancada opositora se hayan planificado acciones de interrupción de la alocución presidencial.
- Que al no haber articulado por bancada o por fracción, figuras electorales de oposición asuman individualmente acciones que pretendan perturbar la alocución presidencial (por ejemplo: una María Corina Machado parándose con sus famosas cifras sin fuentes en mano, pretendiendo rebatir al Presidente.)
- Que más allá de la posibilidad de intervenciones de algunos diputados, como el año pasado, la alocución transcurra de manera fluida y sin mayores perturbaciones.
Sin embargo,
estoy seguro que la bancada de gobierno tendrá algunas estrategias
planteadas para contrarrestar esta serie de acciones, que serán el
abreboca de un año de confrontación electoral e ideológica fuerte.
Lo que podemos
tener por seguro es que las cifras electorales hablaran mañana por
si solas. Quien tiene las cifras más bajas se verá en la necesidad
de llamar más la atención, pretendiendo así posicionarse mediáticamente
de un acto que por naturaleza tiene una importante función contralora.
Si todo sale
bien, será aún más importante poder escuchar los planteamientos
argumentativos de la gestión del año 2011, y dará pie para que,
como consecuencia de ello, se pueda plantear nuevamente la interpelación
de los ministros, cosa que en este año electoral cobra aún más relevancia,
e implicaría también una postergación en el anunciado cambio de gabinetes,
que podría terminar siendo efectivo para el mes de marzo o abril.
Sin embargo, estoy absolutamente convencido que más allá del escenario servido para el viernes 13 donde todos “vestirán sus mejores galas”, el Poder Popular, dentro del hemiciclo, en sus alrededores, y frente a las pantallas de televisión, tendrá la oportunidad de evaluar dos cosas: 1. Gestión y 2. Comportamiento de los actores políticos en pugna, y quien tenga más decoro y pundonor se ganará la voluntad de unos ciudadanos ávidos de un debate de altura sobre los asuntos comunes de toda Venezuela.
@NicmerEvans
Evansnicmer.blogspot.com