En Venezuela contamos con experiencias de intercambio socialista. Las comunas de los pueblos originarios de nuestro continente, dan cuenta de las raíces de resistencia que, por lo menos acá en Venezuela, inspiran las luchas comunales de hoy. No es de un decreto o de una ley que los venezolanos estamos inventando el nuevo orden, éstos, más bien, lo que están es impulsando una pulsión de vida creadora con la que ya el pueblo venezolano cuenta.
Veamos este ejemplo: en Barquisimeto, a partir del año 1975, se desencadena una serie de eventos, producto de los cambios en los objetivos y acciones de unas 20 mil familias, afiliadas a 45 cooperativas integradas en la Central Cooperativa de Servicios Sociales Lara (CECOSESOLA). La lucha por los aumentos inconsultos y desproporcionados de los pasajes, y la búsqueda del mejoramiento del servicio de transporte colectivo urbano, llevan a la comunidad organizada en este movimiento a asumir la mayoría de las rutas urbanas con 128 autobuses que adquieren por medio de un crédito.
Se logró en aquel momento, además de un servicio determinado y dirigido por los mismos usuarios, una movilización extraordinaria de todas las comunidades que tenían reclamos pendientes a los organismos públicos responsables, lo que generó un acto represivo (un acuerdo de todos los partidos políticos con representación en el Concejo Municipal, del sindicato de transporte de la región –que buscaba el incremento del pasaje– y del gobernador de la época) con el uso desmedido y desproporcionado del poder político, judicial y policial contra las cabezas visibles de las diferentes cooperativas involucradas, logrando quebrar la resistencia de la organización comunitaria y del servicio de transporte. A partir de ese momento, los equipos directivos y operativos en la más absoluta indefensión, pero con la moral y mística intactas, utilizan un modelo experimental brasileño de comercialización de hortalizas denominado “Sacolao” que, adaptándolo al modelo organizativo larense, privilegiando la autogestión y la participación directa y protagónica de productores y consumidores en actividades que son signadas por la planificación y evaluación colectiva de todos los actores, logran la producción de bienes y obtención de servicios en los cuales laboran directamente cerca de 3 mil familias, donde participan productores agrícolas de Lara, Trujillo y Mérida, y se benefician directamente cerca de 45 mil y más, en los expendios de alimentos denominados ferias de consumo familiar, con la atención médica en clínicas populares, cooperativas, servicios de ahorro y crédito comunales, servicios funerarios, y otros servicios que se han ido creando con el esfuerzo económico sostenido de los mismos usuarios, pacientes, ahorristas y comunidad barquisimetana en general.
En la actualidad, y producto de años de trabajo y reflexión, los cooperativistas de Cecosesola han logrado una organización social con características novedosas entre las cuales podemos mencionar: la no existencia de jefes al estilo burocrático, donde la dirección es producto de una metodología efectiva de coordinación colectiva. La eficiencia y metas se logran en base a una planificación con el 100% de los actores y una evaluación colectiva continua de actitudes y desempeño en el trabajo. Las reuniones son de asistencia voluntaria y consciente, generalmente concurren todos o la mayoría de los involucrados. No hay contraloría formal, ni contralores individuales, la honestidad es una “condición sine qua non” para quienes, luego de pasar varios meses en las actividades económicas de la cooperativa, intentando cambiar los hábitos comunes propios de nuestra idiosincrasia, aceptan formar parte de este ensayo de una nueva forma de ser y actuar. En definitiva, se pretende con la experiencia vivir productiva y amablemente en un país con infinita oportunidad para la experiencia socialista.
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