Así como el tiempo no e estático, igualmente la historia no lo es, por eso para opinar sobre un acontecimiento como el 4-F de 1992, no se puede arrancar o detener tan solo en el hecho en sí; ya que en mi criterio aquello es producto de sucesivos acontecimientos que durante muchísimo tiempo se escenificaron a lo largo de diferentes épocas.
Me explico, el 10 de abril de 1810, el 5 de julio de 1811 tienen como razón toda aquella tropelía acometida durante más de 300 años por el imperio ocupante de aquellos días, la revolución federal que comando Ezequiel Zamora se justifica por la traición cometida contra el ideario del Libertador por parte de quienes habiéndole acompañado en los campos de batalla, se habían vuelto iguales o peores que los propios invasores europeos.
La victoria del ejército de los sesenta encabezados por el nacionalista Cipriano Castro a finales del siglo XIX, es producto entre otras cosas de la decadencia del modo gubernativo que habían implementado durante más de 30 años quienes habían traicionado y asesinado al revolucionario Ezequiel Zamora
Es decir, todo es consecuencia, nada es espontáneo, el 4-F de hace 20 años, recoge el espíritu del 23 de Enero de 1958, que fue traicionado por la autodenominada “Generación del 28”, es la continuidad de la resistencia que dieron entre otros los comandantes Hugo Trejo, José María Castro León o Juan de Dios Moncada Vidal, al oponerse abiertamente al régimen “Punto-fijista” instaurado por los partidos Acción Democrática y Copei quienes al igual que lo hicieron Guzmán Blanco con Ezequiel Zamora y Juan Vicente Gómez con Cipriano Castro, traicionaron la esperanza del pueblo venezolano durante más de 40 años.
La rebelión de aquellos jóvenes militares del 4 de Febrero de 1992, se subsume en toda esa historia y recoge la dignidad del pueblo de Guarenas y Caracas que el 27 y 28 de Febrero de 1989, que reaccionó contra el paquete neoliberal impuesto por el Banco Mundial a la República de Venezuela a través del según gobierno de Carlos Andrés Pérez; quien había prometido villas y castillos en la oferta electoral que lo llevo a Miraflores, para luego salir pidiendo sacrificios dolorosos al pueblo que había creído en él.
Ese alzamiento armado del 4-F que no se concreto en golpe militar, fue el preámbulo que abrió la puerta a la victoria que se dio el pueblo venezolano en 1998, cuando hizo presidente de la República a Hugo Chávez, al colocar allí en Miraflores por primera vez a uno de los suyos después de 190 años de vida Republicana.
Aquí es interesante destacar que ese día martes 4 de Febrero e 1992, el líder insurrecto dio la cara, responsabilizándose de ser y estar al frente del movimiento, al tiempo que hizo llamado a las tropas bajo su mando a rendirse en razón que allí en Caracas el objetivo no se había logrado, dejando en el ambiente “El Por ahora” que se convirtió en esperanza redentora de un pueblo que históricamente había sido traicionado una y otra vez.
Dos años y un poco más estuvo en la cárcel junto a sus compañeros de causa, y cuando fue absuelto se lanzo a la calle a encontrarse con el pueblo que desde el 23 de Enero de 1958; y febrero 27 y 28 de 1989 andaba insurrecto a lo largo y ancho de Venezuela, y por ahí sigue junto a los suyos, diciendo y haciendo causa común con los de abajo, con los proletarios, con los pobres, por los que se desvela día y noche.
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(*) Miembro del equipo PSUV-Táchira
macariosandoval@hotmail.com