Ni fraude ni majunche. Por allí no van los tiros. La magnitud de la convocatoria de las primarias de oposición y la elección de un candidato verdaderamente unitario, concitan un análisis descarnado desde las filas del chavismo.
Con satisfacción hemos leído esta semana varios trabajos de diversos niveles de profundidad, desde los más teóricos hasta los de carácter meramente periodístico, alertando en torno al peligro de una lectura apresurada, superficial y hasta complaciente del momento político y sus implicaciones para las elecciones presidenciales de octubre. Aunado a ello, los comentarios de algunas lectoras y lectores me han permitido concluir que "no estamos solos".
La "batalla definitiva", tal como la ha denominado Hugo Chávez, no puede iniciarse desde bases falsas, subjetivas, emotivas. Aquello que funcionó en otros momentos políticos, no necesariamente tendrá el mismo efecto en este nuevo escenario electoral, donde se incorporan otros elementos que derivan de factores endógenos y otros exógenos, como los resultados de las primarias de oposición.
Desde una perspectiva grupal, tenemos a un "chavismo" organizado en torno a un liderazgo directivo y que se ha hecho resistente a factores externos y a cambios complejos en el ambiente, impregnado de una falsa ilusión de invulnerabilidad. Se ha impuesto una suerte de racionalización colectiva que genera a su vez una ilusión de unanimidad y la creencia en una moralidad grupal con tendencia a ejercer presión sobre los disidentes y a estereotipar a los otros grupos. Todo ello conduce a una búsqueda pobre de información, y afecta tanto la capacidad de evaluar las posibles alternativas político-electorales como los riesgos de las opciones escogidas.
No hay política sin comunicación. A este cuadro, se incorpora un nuevo elemento: la salud del presidente-candidato, Hugo Chávez y el manejo comunicacional desde el propio Gobierno. Observamos los mismos errores de la primera ocasión. Vacío comunicacional que dejó en manos de la oposición la información sobre un tema tan delicado. Fallas en los canales internos de comunicación que se expresaron en la ausencia de una voz autorizada que diera respuesta inmediata a los, hasta ese momento rumores. Altos funcionarios prestos a desmentir los rumores para ser ellos posteriormente desmentidos por el propio Presidente.
maryclens@yahoo.com