Recientemente,
el periódico por internet Huffpost Business publicó un artículo acerca
de una corporación privada en el negocio de las prisiones que le ofrece
efectivo a los gobiernos estadales en los Estados Unidos en cambio por
las prisiones del estado. Se trata de la Corrections Corporation of
America, un gigante de Wall Street, la cual es la más grande operadora
privada de prisiones con fines de lucro. La Corrections Corporation ha
enviado cartas a los gobernadores de 48 estados ofreciéndose para
adquirir sus cárceles. Esta corporación aprovecha el momento en que los
estados de la Unión pasan por serios problemas presupuestarios. Como
decimos en criollo, la Corrections Corporation está tratando de pescar
en río revuelto. Por otro lado, los políticos están tratando de
conseguir fondos de diversas fuentes y la venta de propiedades del
estado es una opción, incluso los políticos que gobiernan en estado de
Ohio se plantearon vender el Capitolio estadal. Precisamente, esos
mismos políticos vendieron una de las prisiones del estado.
Esta
política de adquisición de prisiones estadales por parte de
corporaciones privadas que manejan cárceles con fines de lucro, es
considerada por el analista Chris Kirkham como un cambio significativo
en la estrategia usada hasta ahora por la industria de las prisiones
privadas en Estados Unidos. Hasta ahora las corporaciones en el negocio
de las cárceles habían construido sus propias prisiones o se dedicaban a
la administración de prisiones controladas por el estado la cuales le
eran cedidas bajo un contrato. Este cambio representaría, sigue Kirkham,
un intento sin precedentes de aumentar el control privado de sistema de
prisiones.
Las ganancias de la Corrections Corporation
comenzaron a aumentar enormemente cuando entró en el negocio de la
expansión de cárceles estadales, en especial para privar de libertad a
aquellos que cayeran en las manos de la policía en la “guerra contra las
drogas”, que se inició en las décadas de 1980 y 1990. En la última
década, esta corporación encontró otra vía de crecimiento en el negocio
de encarcelar inmigrantes indocumentados. La Corrections Corporation
aprovechó que el gobierno federal de los Estados Unidos decidió recurrir
a contratistas privados para manejar el encarcelamiento de personas
producto de su política agresiva en contra de los inmigrantes ilegales.
Para el año 2009, según Kirkham, cerca de la mitad de los inmigrantes
privados de libertad en los Estados Unidos estaban recluidos en
prisiones administradas por contratistas privados. Es decir, se trata de
una masiva operación comercial de outsourcing.
Dos son los
principales argumentos utilizados por los propagandistas a favor de la
privatización de las prisiones: eficiencia y costo. La primera ha sido
cuestionada en diferentes estados. Incluso, la necesidad de maximizar
las ganancias ha llevado a las empresas a ahorros en la seguridad, lo
cual a su vez ha facilitado fugas de presos. Segundo, el argumento del
costo ha sido rebatido por estudios sobre el costo de la operación de
prisiones a largo plazo en manos privadas versus control público. Según
uno de esos estudios, citado por Kirkham, la venta de una prisión en el
estado de Ohio costaría a los contribuyentes 11 millones de dólares más
en 20 años que si la prisión se mantuviera bajo control del estado.
Estaríamos pues, en lugar de una operación de ahorro de fondos públicos,
ante una operación muy exitosa de traspaso de dinero de los bolsillos
de los ciudadanos que pagan impuestos a las cuentas de las grandes
corporaciones en el negocio de las cárceles.
Pero hay algo pero
aún. La Corrections Corporation propne a los estados comprarle las
instalaciones carcelarias a cambio de un contrato por 20 años para el
manejo de cada prisión y la garantía de en cada una se mantendrá una
ocupación no menor del 90 por ciento. ¿Qué pasaría si el estado no le
provee a la empresa la cantidad suficiente de presos para mantener la
ocupación del 90%? Una respuesta la ofrece Shakira Díaz, activista de
derechos humanos, quien afirmó que: “Para tener la cárcel ocupada en un
90 por ciento, tienes que producir suficientes criminales para llenarla
hasta el 90 por ciento” (citada por Kirkham).
Tenemos así pues
que el negocio de la administración de prisiones con fines de lucro,
requiere que la sociedad mantenga una cierta tasa de producción de
criminales. En un estado donde se disminuya el número de criminales se
pondría en peligro el negocio de las prisiones privadas. Por otro lado,
tenemos que el negocio de las cárceles privadas está ligado al estado de
las políticas en materia de justicia criminal. La demanda de uso de las
instalaciones y servicios que ofrecen las corporaciones en el negocio
de las prisiones disminuiría si se relajan las condiciones para someter a
las personas a juicio y los parámetros para las condenas, y si se
reducen las penas. También se vería afectado el negocio de las prisiones
privadas si se descriminalizan una serie de conductas. Más bien les
convendría que se criminalicen muchas más conductas. Esto lo tiene muy
claro la Corrections Corporation, esta empresa emitió un documento en el
que afirma que:
“Cualquier cambio respecto a la penalización del
uso de drogas y sustancias controladas o la inmigración ilegal
afectaría el número de personas que son arrestadas, procesadas y penadas
cada año, por tanto produciría una reducción en la demanda potencial
por las instalaciones carcelarias dedicadas a mantener prisioneros.”
(citado por Kirkham)
Como vemos, el capitalismo crea un mercado,
una oportunidad de negocios a partir del manejo de los delincuentes que
están privados de libertad. Mantener ese mercado requiere la producción
de la materia prima: las y los delincuentes. Si las corporaciones en el
negocio de las prisiones exigen en sus contratos que éstas se mantengan
ocupadas en un 90 por ciento, para que el estado ahorre (supuestamente) y
para que la corporación tenga ganancias la sociedad tiene que producir
el número suficiente de delincuentes para mantener ese nivel de
ocupación. En buena medida, esa es una de las razones por la que la
inseguridad no tiene solución en el marco del capitalismo.
Referencias
http://www.huffingtonpost.com/2012/02/14/private-prisons-buying-state-prisons_n_1272143.html?page=2
julio_mosquera@hotmail.com