La venganza del gas

   Todo el gigantesco esfuerzo nacional que ha hecho el gobierno del Presidente Hugo Chávez para rescatar la industria nacional del gas mantenida hasta ahora en manos privadas y traspasarla a un nuevo modelo de atención y servicios, pero los nuevos gerentes encargados de ofrecer un mejor servicio están sumergiendo esta importante iniciativa, todo por practicar un desconocido modelo gerencial apartado de las verdaderas necesidades y servicios rápidos, oportunos y de una mayor cobertura dentro de toda la gran demanda que necesita el gran territorio nacional.

     Gran parte del problema radica en que se han asumido nuevas rutas por las diferentes quejas que esgrimieron los pobladores de varios municipios que anteriormente eran servidos por empresas privadas, quienes también estaban acostumbradas a hacer lo que se les venía en gana, pero las demandas de esos nuevos sectores no han correspondido con las cuotas de llenado de las nuevas plantas asumidas por PDVSA-GAS.

     Otro grave problema, aún no controlan a los ruteros, es un principio se dijo que las solicitudes de cualquier cliente serian supervisadas por los Consejos Comunales para que se cumplan los pedidos, pero hasta ahora no ha sido así y los ruteros siguen haciendo negocios con la repartición de las bombonas.

     Los establecimientos de gran consumo de gas tenían sus tanques de gran capacidad los cuales eran llenados por una cisterna de gas, pero eso se ha eliminado, teniendo que volver los negocios a la tradicional bombona de los cuarenta y tantos kilos, como el gas les es tan barato a los dueños de estos negocios a estos no les importa cuadruplicar el precio de las bombonas y esto es exactamente lo que pasa, pues el distribuidor va a preferir dejar en estos negocios hasta diez, quince y veinte bombonas y decir en la compañía que las solicitudes de los clientes asignados diariamente ya fueron cumplidas o estos no se encontraban cuando fueron a visitarlos.

     Por esta razón hay familias que tienen tres y cuatro meses solicitando su bombona de gas y nada. Entonces los líos y la desesperación se arman a las afueras de las ciudades donde quedan las plantas de llenado, encolerizados padres de familia haciendo largas colas desde la madrugada un día y otro más adulando para que puedan venderles su bombona de gas. Allí también se arma el mercado negro del gas.

     Falta gas, faltan bombonas, faltan camiones distribuidores, falta un poco mas de gerencia. 

Para: www.aporrea.org

venezuela01@gmail.com

Marzo 04 de 2012



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Miguel A. Jaimes

Politólogo. Magister scientiae en ciencias políticas. Doctor en ciencias gerenciales. Posdoctor ontoepistemología en geopolítica de las energías. Cursando doctorado en letras. Cursando Posdoctorado en literatura del petróleo en Venezuela. Libros: El oculto poder petrolero, apertura petrolera, poder de PDVSA vs. poder del estado. Petrocaribe la geogerencia petrolera. Primera edición. Petrocaribe la geogerencia petrolera. Segunda edición. Director del diplomado internacional en geopolítica del petróleo, gas, petroquímica y energías – Venezuela. Director de la web https://www.geopoliticapetrolera.com

 venezuela01@gmail.com      @migueljaimes2

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