La perversión de la conciencia y acostumbrados amigos de los ajenos se esconden detrás de bragas de mecánicos con logos de una empresa automotriz para cometer sus fechorías en detrimentos de honestos padres y madres que tienen un vehículo no por lujo sino como imperiosa necesidad familiar.
Resulta que una familia amiga posee un camioneta y le hacen el respectivo servicio en un concesionario en Valencia pues resulta que aparta la cita y llegan a raya a las 8pm y se la entregan a pocos minutos para las 6pm y al menos una semana después observa la misma afectación puesto que no le han hecho el servicio o no han corregido la falla que había que corregirle; es más, les sustraen piezas y le colocan otras viejas, le cambian los cauchos por otros deformes o desgastados, por el caucho de repuesto le instalan uno deteriorado, le cambian los limpiaparabrisas, le reemplazan las luces delanteras y las micas, hasta desconectan el sistema de enfriamiento del motor para que el vehículo recaliente; del aire acondicionado le sustraen piezas originales, en fin hacen un festín delincuencial con el fruto del ahorro familiar para poderse comprar un vehículo.
De paso, el vehículo lo introducen al “Taller” y los vehículos no quedan a la vista de los propietarios y propietarias y en algunos casos el jefe del taller es quien lidera la mafia de “comejenes” junto con el resto de los “mecánicos” y quizás en complicidad con el departamento de respuesto y no se sabe si con anuencia de los concesionarios dueños.
El descaro es que te sale un “mecánico” con un diagnóstico tétrico peor que el dictamen de una Unidad de Cuidados Intensivos que te dice con actuación teatral que el carro está desahuciado, te aplica una dosis de palabrería, que si esto, que si lo otro, que no están los repuestos en el concesionario porque vienen de la Cochinchina pero que él puede hacer el trabajo por fuera y te deja anotado en un papelito el nombre y el teléfono pero resulta que no te dejan ver el vehículo por “política de la empresa y por seguridad industrial” para así evitar un lamentable accidente que la empresa no se hace responsable.
Además, cuando salen “a probar” un vehículo no aceptan que vaya el propietario por “Política de la Empresa” y las leyes que le imponen el MTC a los concesionarios, esta ocasión la aprovechan para dejar en algún lugar de “aguante” la pieza original mientras le dejan instaladas las que parapetearon o reinstalaron.
En Caracas hubo la experiencia que ante tantas y reiteradas quejas de los propietarios ante Indepabis, los dueños del concesionario se vieron en la necesidad de instalar cámaras sin previo aviso ni conocimiento del personal del taller y entonces se percataron que “mecánicos” comejenes desmantelaban y guardaban piezas en sus bolsos y morrales, o se dejaban sobornar con propietarios de otros vehículos o se ofrecían a solucionarle el problema quitándole piezas a otro vehículo para instalárselo a quien le pagara una buena tajada por el “favor”.
Los concesionarios dueños pues se vieron obligados por su reputación personal y por exigencia de la marca de vehículos que representan a adecuar sus talleres, a sustituir paredes por vidrios para que los propietarios y propietarias vieran lo que hacían con sus vehículos.
Caramba! la verdad que da dolor escuchar a esta familia amiga contar como le inutilizaron el vehículo quien tiene menos de 3 años de comprado y lo tienen arrumado en el estacionamiento, dado por inservible, muy a pesar de tener buena referencia de la calidad de dicho vehículo.
La Cámara de Talleres Mecánicos debe supervisar y establecer criterios de atención a los propietarios y a las propietarias.
Además en Venezuela circulan más de 46 marcas de vehículos de todo el globo terráqueo y la política de stock de repuestos no está muy clara puesto que tienen que garantizar repuestos y a precios justos acorde al costo – beneficio y mínimo durante 10 años.
El Ministerio o los ministerios e instituciones del ramo deben involucrarse y los propietarios acudir raudos a que velen por sus derechos y su propiedad.
Da dolor ver a gente del pueblo -como esos mecánicos de ese concesionario- atentando contra el mismo pueblo, tan sólo por adicionar unas monedas mal procuradas al sueldo mensual, y que si son mal pagados deben ventilar contractualmente con el concesionario y no perjudicar a los propietarios y propietarias que son tan pueblo como los mecánicos.
¿Los concesionarios dueños tendrán alguna cuota de responsabilidad?
Otra triste historia, es que en una empresa de aire acondicionado botaron a un trabajador puesto que incumplió la orden que todo carro que ingrese a reparar el aire acondicionado -cualquiera que sea la afectación aún sea leve- hay que diagnosticarle un daño que no sea menos de 400 Bs. más el costo por la inspección inicial, más el repuesto que amerite o que le inventen. Lo cierto, que lo que tenía dañando el vehículo que atendió el trabajador despedido abruptamente era un fusible dañado, lo sustituyó, el aire acondicionado funcionó muy bien, obteniendo el reconocimiento y la propina del dueño del vehículo pero despidieron de ipso facto al técnico en refrigeración automotriz por no cumplir la instrucción de facturar mínimo 400 Bs. Mientras hay un jefe del taller que le tienen el apodo de “Compresor” puesto que todo vehículo que ingrese tiene inservible el compresor, el cual tiene un costo considerablemente muy alto.
Este Jefe de taller de aire automotriz recibe de parte de los propietarios un bono mensual estable por encima de su sueldo normal como él mismo lo confiesa.
En verdad, el capitalismo pervierte a quien se deje tentar por unas monedas más. Cuesta confiar…los oficios se han pervertido, pero sobre todo en las grandes ciudades. Aunque aún quedan talleres y mecánicos honestos que hay que cuidar como la niña de los ojos porque sino habrá que cambiar vehículos cada año o cada dos años.
En Puerto Rico compiten en tamaño los grandes estacionamientos de carros inservibles con áreas similares de urbanizaciones.
gaspar_velasquez@yahoo.es