Unidad del Poder Popular
Este es el último artículo que escribo sobre el PSUV y el GPP. La propia dinámica de la política quizás dicte algo distinto más adelante. Uno escribe buscando ser útil pero cuando siente que no lo es, que los puntos de divergencia no se cierran, sino se amplían, es preferible pasar la página. A pesar de las diferencias, la UPP sigue abierta al GPP…
Creemos que el GPP viene, poco a poco, desdibujándose. Lo que se está construyendo, no es la idea que uno tuvo de un GPP como un “espacio de madurez política, de discusión, de entendimiento y de toma de decisiones”. Esto hay que decirlo, con voz fuerte y sonora, en estos momentos difíciles, de mayor compromiso con nuestro Presidente Chávez. Hoy pensamos que el GPP, en el mejor de los casos, sólo podrá llegar a congregar, en su seno, a un grupo de organizaciones sociales, posiblemente numeroso, pero en su mayoría “tuteladas” por instituciones públicas, y tendrá una mediana proyección mediática, pero poca solidez real.
Internamente, a pesar del esfuerzo de un grupo de apreciables camaradas, observamos confrontaciones entre diversas organizaciones, varias de ellas buscando abrigo bajo el manto de algún alto funcionario público. A la larga, el destino de esta buena idea pareciera diluirse en infinidades de reuniones de carácter organizativo. Las mismas organizaciones sociales tienen una alta cuota de responsabilidad en ello, al igual que nuestra alta dirigencia del PSUV, acostumbrada a querer controlarlo todo.
En cuanto al PSUV, la concepción del llamado “despliegue” tiene elementos interesantes, pero pareciera insuficiente. Efectivamente, la militancia del PSUV debe participar en el apoyo de las “nuevas” misiones, pero no debemos olvidar las “otras” misiones. ¿No debería un militante consciente motivar a una embarazada que no quiere atenderse en la Misión Niño Jesús? ¿O atender a un vecino de la comunidad que no haya recibido la ayuda de la Misión José Gregorio Hernández? Quiero decir: no deberíamos limitarnos al acompañamiento de las nuevas misiones…
Por otro lado, ¿dónde dejamos la atención a las necesidades reales y sentidas de las comunidades? ¿Cómo se canalizarán? ¿Qué haremos con el sumidero y el empozamiento de aguas negras que afectan al CDI y al SRI de Palo Verde, al pié del barrio José Félix Ribas, y al colegio “Joaquín Blanco”? La comunidad tiene varios años esperando una respuesta que no llega. ¿Y qué le diremos a la gente que vive a lo largo del eje Petare - Santa Lucía, en La Dolorita y en Filas de Mariche, que claman por una gasolinera, ya que no hay ninguna operativa, en todo ese sector? ¿O qué pasará con la solicitud de una ambulancia para el lejano Barrio La Suiza de Petare? Problemas concretos que requieren respuestas concretas, y que se olvidan en nuestra indolencia. ¿El GPP servirá para darle respuesta a esas demandas populares? ¿El despliegue está diseñado en este sentido?
Preocupa que nos desgastemos tanto hablando de la nada que es la oposición y muy poco hablemos de lo mucho que es la Revolución… ¡La Revolución Bolivariana ha alcanzado logros monumentales, su trascendencia a nivel mundial es inmensa, nuestra RESPONSABILIDAD HISTÓRICA también! ¿Seremos capaces de entender esto?
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