Culmina Febrero con buenas y malas noticias para el pueblo venezolano, la nueva lesión del camarada Chávez si bien trajo tristeza y conmoción a nuestro pueblo, con la llegada de marzo y después de la operación, la alegría comienza a renacer en nuestra Patria.
Un Chávez sonriente y optimista, es lo que reflejan las fotos provenientes de la hermana República de Cuba, del camarada conversando con Fidel. Y mientras en la Patria se respira es vida, desde las filas apátridas lo que se transmite es muerte, deseos de muerte para un compatriota que se ha dedicado en cuerpo y alma es, a engrandecer el gentilicio patrio, como duele eso a los agentes imperiales que conviven con nosotros en este terruño de nuestro planeta tierra. Por fortuna, Febrero les enseñó el ejercicio de la verdadera DEMOCRACIA, ejercicio que, posteriormente, fuera empañado por los tramposos nuevos y viejos, que al menor reclamo nos dejaron ver su verdadero rostro: el fascismo, y allí los vimos quemando cuadernos de votación, desesperados, como en abril de 2002, con ansiedad de poder y venganza contra nuestro pueblo.
Y mientras Febrero soplaba esa noticia que pasó sin ton ni son, marzo nos traía la buena nueva del despido del asesor de campaña nacional del candidato apátrida, Capriles Radonsky, solo por atreverse a decir su verdad: “Armando Briquet, quien hacía las veces de jefe de campaña del candidato de la derecha, Henrique Capriles Radonski, fue despedido de su cargo porque "estaba asomando demasiado lo que era el programa real de campaña" (AVN, 03-03-12), pues Briquet lo único que dijo fue que acudirían al apoyo económico del FMI siendo gobierno, lo cual está escrito en los Lineamientos para el Programa de Gobierno de Unidad Nacional (2013-2019), aunque bien escondido entre líneas. Así están las cosas en una oposición que no termina de calmar la tormenta que la azota por dentro de sus filas.
Pero, este primer trimestre del año, también nos trajo malas noticias en referencia al servicio que presta a caraqueños y caraqueñas el Metro de Caracas. Apenas las dos primeras semanas de enero, pudiéramos calificarlas de buen servicio; de allí en adelante, lo que estamos recibiendo los usuarios y usuarias de Metro Caracas es RETRASO y más RETRASOS, ya no solo en las horas picos sino a toda hora. Casi nos estamos convenciendo, que se trata de una campaña de saboteo del servicio con un objetivo especifico: propiciar descontento entre los caraqueños y caraqueñas, para que no voten al camarada Chávez en octubre próximo, en otras palabras; casi, también, que nos estamos convenciendo que el presidente de Metro Caracas está en campaña a favor del candidato apátrida, el candidato de la embajada de EEUU. No concebimos otra explicación razonable para lo que está ocurriendo con el pésimo servicio del Metro.
Trabajadores y trabajadoras concertaron un Contrato Colectivo que según la organización sindical que las/los dirige satisface sus expectativas de buen vivir, el camarada Chávez destinó recursos para solucionar problemas que, anteriores gestiones, fueron acumulando, en referencia al mantenimiento de la planta física, escaleras mecánicas, sistemas de aires acondicionado de vagones e instalaciones, en fin, todo un gran esfuerzo que logró rehabilitar en buena parte la operatividad del servicio. Extraordinario esfuerzo que, hoy en día, ha entrado en etapa retrograda.
Todos los días, a toda hora, dentro de los vagones lo que se escucha es la protesta del usuario/usuaria por la llegada a tarde a su trabajo, por el frenazo de los nuevos trenes y el empujón dado al vecino de recorrido, aunque es pertinente reconocer que los operarios/operarias de las nuevas unidades incorporadas a servicio han mejorado sustancialmente el manejo de las mismas.
La misma seguridad ha desmejorado mucho, los Poli Nacionales casi no se les ve las caras en los andenes y cuando ello ocurre andan en grupo conversando como si nada, como si fuesen usuarios/usuarias y no como responsables de la altísima responsabilidad de brindar seguridad.
Estimamos que urge un sacudón gerencial en Metro Caracas, la penetración enemiga está logrando el objetivo de molestar al usuario/usuaria con el saboteo del servicio. Se imaginan, marzo, abril, mayo, junio, julio, agosto, septiembre y, hasta el 7 de octubre, de RETRASO en RETRASO.
La solución es ahora o nunca, no esperemos a que sea Capriles Radonsky el que de las soluciones al caso, las cuales ya conocemos de antemano: nuevos ajustes tarifarios, hasta volver a equiparar su precio al de mercado, altas tarifas=menos usuarios=exclusión=solución, esa sería su solución, la neoliberal.
Sindicato-Gerencia y pueblo, tenemos en nuestras manos la solución revolucionaria a esta grave problemática, es hora de actuar, la solución es ahora o nunca.
henryesc@yahoo.es
