Hasta ahora, dos cosas han tenido en común los trabajadores del mundo: trabajar como un burro para vivir y hacerlo sin medios de producción que pueda tomarlos directamente de la Naturaleza, o les pertenezcan privadamente. En la remotísima época del preesclavismo, el hombre sólo producía algunos medios de producción y fundamentalmente practicó la recolección bajo condiciones nómadas. Para entonces, la tierra no tenía dueño porque el derecho de propiedad, es decir, El Derecho Civil, brilló por su ausencia, pero con este apareció la destenenecia de la tierra por parte del trabajador, y su tenencia por los no trabajadores. Esta contradicción social privó durante el esclavismo y el feudalismo, y sigue haciéndolo como nunca antes en el precomunismo que estamos llevando a cabo. Infiérase que todos estos modos de explotación 2 del hombre por el hombre responden a esa carencia de las condiciones de trabajo por parte de los trabajadores.
Cómo explicar aquella contradicción cae fuera de estos espacios, pero sí podemos adelantar un mecanismo tentativo a fin de paliar esa explotación y sin recurrir a las expropiaciones de los medios de producción, ni esperar pacientemente que el proletariado se una a nivel mundial-y mire que lo está haciendo ahora con indignados europeos y ex marginados del Mesosur Americano. De allí y en concreto, proponemos:
Los trabajadores perfectamente podrían conservar su condición de tales y de no propietarios de los medios de producción; así, podrían dejar de ser contratados y convertirse en contratistas de la siguiente manera:
Entran a la empresa en bloque, asociados debidamente registrados como contratistas de la empresa privada X o Y. Este contrato les permitiría operar toda la maquinaria disponible, con inclusión del capital variable que también tomarían a préstamo del o de los propietarios de esas empresas en cuestión.
Desde luego estarían respetando la plusvalía o su condición de explotados, como si estos contratistas, proletarios en funciones de contratistas, se explotaran a si mismos. Los trabajadores y contratistas compartirían la ganancia obtenida directamente por ellos y la seguirían compartiendo con los mismos explotadores: los dueños de A o B, los comerciantes que les correspondan y la banca que hubiera intervenido con fianzas ad hoc.
De esa manera, ahora, no sólo obtendrían directamente una parte de la plusvalía que mejoraría sus salarios, sino que empezarían a meterse de lleno en la hasta ahora secretísima Contabilidad Burguesa3, en el condominio de los mercados, e irían desbrozando el camino para ser auto expropiados más adelante, en ese caso como contratistas al lado de sus contratantes o propietarios jurídicos de los medios de producción en juego.
1 http://www.sadelas-sadelas.blogspot.com
2 Estamos revisando la expresión modos de vida que la literatura falaz y apologética del burguesismo tiene férreamente inscrita en toda la bibliografía poseudoeconómica de sus academias y universidades en el mundo. Connotados intelectuales y críticos marxistas y no marxistas nos vendieron semejante desaguisado, con inclusión de los tarifados Nobelados conocidos hasta ahora. Quienes se han visto obligados a trabajar para vivir han renunciado a la vida misma. Cunado por ahí se escucha: “Vivir viviendo”, debemos entender, vivir trabajando, bailando, cantando, riendo y conviviendo.
3 Una cosa es la Teoría Contable, de libre compraventa en el mercado, y otra, la íntima aplicación contable y burguesa que a esa teoría dan los capitalistas.
23/03/2012 17:39:56