Universidad, Libertad de Expresión ó ¿Por qué no te callas...?

Definitivamente nuestra capacidad de asombro se pone a prueba con cada nueva acción de quienes bajo las banderas oposicionistas  participan en el dinámico acontecer político venezolano, lo que nos lleva a la convicción que las mismas constituyen el laboratorio y la mejor fuente de conocimiento-reflexión para cualquier universitaria o universitario medianamente pensante, logrando así comprender una gran cantidad de teorías científicas contrastándolas con escenarios de la realidad concreta que nos rodea.

Asumimos la premisa que es precisamente el asombro y la posibilidad de “sorprendernos” o “extrañarnos” diariamente con la observación directa de algunos acontecimientos, para reflexionar sobre ellos y tratar de buscarle explicaciones, lo que nos permitiría comprobar los presupuestos teóricos en que se sustentan muchas de las ciencias que hoy conocemos.

He ahí una gran oportunidad para la transformación universitaria que reclaman estos tiempos: generar conocimientos desde nuestra realidad contextual, acudiendo a la multidisciplinariedad científica, pues las complicadas circunstancias nos impiden recurrir a una sola ciencia para comprenderla, habida cuenta que obedece a una articulación sistémica bajo un complejo entramado de intereses económicos, políticos y culturales con sus repercusiones sociológicas, psicológicas, jurídicas, mercadológicas, financieras, tecnológicas, comunicacionales y muchas otras más.

Según reza la sabiduría popular “para muestra basta un botón”. Por ello bástese con aproximarnos al tema de “las amenazas a la Libertad de Expresión en Venezuela” tan referido públicamente en los medios nacionales y extranjeros desde el 2000. Un dato curioso nos lo aporta en la Internet el buscador Google, donde para el 31 de marzo del 2012 se hallaban 1.040.000 registros de diversa índole sobre el connotado asunto. 

Asimismo tenemos referencia de más de cien publicaciones en diferentes formatos que refieren las “limitaciones” a la Libertad de Expresión en nuestro país, sin contar los programas televisivos y radiales, además de las permanentes denuncias en los diarios, semanarios y revistas de circulación nacional con tendencia oposicionista que frecuentemente “expresan”, libre y abiertamente, que en Venezuela “no los dejan expresarse” ¿…?, asunto que evidencia síntomas de algún delirio persecutorio, además de una innegable patología mitómana, que tal vez debiera ser abordado por la ciencia psiquiátrica y la psicología, entre otros científicos. 

Agreguemos las repetidas denuncias en organismos internacionales como la CIDH-OEA, La Haya y otros, a donde han acudido dueños de medios, gremios y periodistas tarifados, líderes políticos y otras “personalidades” academicistas de oposición, con denuncias apoyadas en puntos de vista particulares para imponerse sobre las más elementales normas del derecho… eso requiere un adecuado análisis por parte de  los estudiosos de las ciencias jurídicas.

Así cuando los compatriotas oposicionistas acuden a las famosas ONG´s dizque “defensoras de la democracia”, a la iglesia católica y la realeza europea para “acusar” a un gobierno que democrática, participativa y protagónicamente ha sido electo y reelecto por la mayoría del pueblo, necesario es preguntarse: ¿Cuál fue el medio democrático usado para elegir a Su Santidad, al Rey de España o a la directiva de la SIP?...creemos que las ciencias políticas tienen bastante material de estudio allí.

Y cuando los voceros de la MUD (cuya “dirigencia democrática” nadie sabe cómo fue elegida) expresan libremente que el país está quebrado y deberemos ir al FMI-BM para mejorar una economía en permanente crecimiento y diversificación; con evidente incremento de la inversión pública y privada, nacional e internacional; que está entre los mayores salarios mínimos y la menor tasa de desempleo de la región; con sólidas reservas internacionales; que es uno de los poquísimos del mundo donde se construyen obras de envergadura pese a la hecatombe del sistema capitalista; donde se han logrado y superado varias de las “metas del milenio”; que ha diversificado sus fuentes de financiamiento internacional y reducido al mínimo su deuda externa, entre otros indicadores macroeconómicos…estamos seguros que hay un campo de estudio para la ciencia económica.

Por su parte a quienes expresan libremente en los medios que la pobreza en Venezuela se ha incrementado desde 1999, tal vez  la ciencia sociológica podría contribuir a explicarles que hayamos  pasado del 30% de pobreza extrema que había en 1998, a cerca del 7% que registramos en la actualidad…bueno también la ciencia matemática debería confirmarles por qué 7 es menor que 30.

También las ciencias ingenieriles, con énfasis en la construcción civil deben realizar sus aportes científicos a quienes expresan libremente, por cualquier medio y forma, que en Venezuela no se están construyendo viviendas, vialidad y otras obras, e incluso explicar que por primera vez en la historia de nuestro país se están desarrollando tecnologías propias en esta materia.

Así como las ciencias de la informática y telemática deben ayudarles a entender la importancia del satélite Simón Bolívar, la incursión de las Canaimitas en las escuelas primarias, el buscador Cunaguaro, la producción de celulares Vergatarios y otros avances modestos (pero avances al fin), que apuntan precisamente a garantizar mayor libertad de expresión y soberanía comunicacional.

Bueno y aquél señor, hoy diputado ausente de la AN, que durante el golpe del 2002 vociferó: “Esa basura, que se llama el Canal 8, vamos a sacarla fuera del aire, va fuera del aire...”; y el veto de los medios privados al periodista e intelectual venezolano Luis Britto García, entre otros, creemos que constituyen excelentes temas de investigación para las ciencias de la comunicación social.

Son tantas las cosas que se expresan abusando de la libertad de expresión, que resulta casi imposible reunir a tanto científico para explicar al célebre Rey del: “¿Por qué no te callas...?” 

(*) Economista Agrícola.  

Profesor de la UPT “Argelia Laya” 

 “Toda persona tiene derecho a expresar libremente sus pensamientos, sus ideas u opiniones de viva voz, por escrito o  mediante cualquier otra forma de expresión, y de hacer uso para ello de cualquier  medio de comunicación  y difusión, sin que pueda establecerse censura. Quien haga uso de este derecho asume plena responsabilidad por todo lo expresado…”.

 (Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, Artículo 57.)

albanozam@hotmail.com



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Albano A. Zambrano Q.

Economista Agrícola. Profesor de la UPT ?Argelia Laya?

 albanozam@hotmail.com

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