7-O, alerta con una invasión

Los golpes de Estados y movimientos subversivos en Venezuela sucedidos en el siglo XX y comienzo del XXI vienen cambiando desde el golpe seco de Gómez a su compadre Cipriano Castro, los de las montoneras, los de los militares, los mediáticos y los producidos por medio de las invasiones; por lo general todos estos golpes cuentan con la intromisión de potencias extranjeras. En adelante habrá que olvidarse de la técnica usada el 19 de diciembre de 1908 cuando Gómez despoja del poder a Castro, de cuando el 18 de octubre de 1945 la alianza de unos militares y el partido político Acción Democrática tumba a Medina Angarita, un mandatario democrático a carta cabal. El golpe de Estado del 24 de noviembre de 1948 que ocurre tan silenciosamente que parece nada aconteciera en el sector político, ya que fue un golpe netamente militar dado a Rómulo Gallegos y basado en la traición de los mandos castrenses que le juraban lealtad; además del comienzo de enfrentamientos internos entre los líderes adecos. La asonada golpista del 1 hasta el 23 de enero de 1958 provoca que el Presidente Pérez Jiménez huya del país y deja se derrumbe su régimen. Poco después del 23 de enero se producen numerosos intentos de alzamientos que no cuajaron. En el gobierno de Larrazábal las subversiones militares fueron aplastadas por la acción del pueblo y la negación para actuar de la joven oficialidad. Lo mismo pasó en el período de Betancourt con los intentos de la derecha reaccionaria, el Carupanazo, el Barcelonazo y el Porteñazo fracasaron por el rechazo del pueblo. Es en esa época que nace el Pacto de Punto Fijo, una dictadora disfrazada de democracia.

Despues viene el alzamiento basado en el patriotismo y emotividad de unos jóvenes militares el 4 de febrero de 1992, estos muchachos luchan por dignificar la política en Venezuela, y protestar por la masacre ocurrida a finales de febrero de 1989, EL CARACAZO, en el cual habían ocurrido la muerte a mansalva de miles de ciudadanos pacíficos; aquellos fueron unos verdaderos y aberrantes asesinatos. Militarmente el movimiento del 4 de febrero de 1992 fue un fracaso, pero inmediatamente se transformó en el más espectacular triunfo político al contar sus líderes con el apoyo de casi todo un pueblo. Fue un movimiento de jóvenes oficiales de la Fuerza Armada imbuida por el ideal patriótico de Simón Bolívar, es decir, fue una acción cargada de histórica con base en el ideario del Libertador que irrumpió en un momento crucial para el bipartidismo degenerado, sin liderazgo y con un proyecto político agotado; misma razón por lo que sigue el alzamiento de noviembre del mismo año 92. Pero la extinción de ese nefasto bipartidismo y el Pacto de Punto Fijo ocurre por la vía electoral cuando el 6 de diciembre de 1998 se impone uno de los líderes de aquella asonada, Hugo Chávez, por amplia mayoría en esos comicios. El otro golpe de Estado se gestó el 11 de abril de 2002, en esa oportunidad la conspiración es contra Chávez debido a la reacción de la ultraderecha a los cambios sociales y económicos. Es la revancha por el decreto de unas leyes con caracteres socialistas. Pero éste fue un golpe torpe que inicialmente sorprendió y que horas después cuando el pueblo y la oficialidad leal reaccionan, cosas desestimadas por los golpistas por cuanto anteriormente nunca había ocurrido, fracasa aparatosamente a las 48 horas. A este fracaso siguió otra modalidad golpista, la más peligrosa por sus implicaciones tecnológicas y económicas, fue el paro patronal, de la industria petrolera y las manifestaciones de terrorismo liderizada por personajes políticos como los alcaldes Henrique Capriles y Leopoldo López. Por último vino como medida de presión nacional e internacional la abstención de la oposición a presentar candidatos al parlamento con la finalidad de crear un clima favorable al derrocamiento del gobierno; por falta de legitimidad. Esta idea solo se le puede haber ocurrido a un loco de remate.

Ahora, no hay duda que sectores de la ultraderecha, grupos económicos nacionales y los Estados Unidos con su asesoría y financiamiento traman algo, seguramente para ser activado en tiempo cercano a la elección Presidencial del 7 de Octubre de este año 1912, elección muy especial pues aquí se dirime el poder como nunca antes se había visto. Las encuestas dan de ganador a Chávez con una ventaja abrumadora sobre Capriles, hecho que desmoraliza y prende las alarmas en la oposición venezolana. Ojalá que en su desespero no se le ocurra apelar a la última versión del golpe de Estado como es la invasión del país por Estados Unidos, como ha ocurrido, por no poder electoralmente imponer a sus cómplices, en Afganistán, Iraq y Libia. Sin embargo el venezolano está muy alerta y dispuesto a repeler con una fuerza inusitada a los invasores y sus secuaces lacayos apatridas.

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José M. Ameliach N.


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