Pero, mi motivo central hoy, más que un tema jurídico o estrictamente político, es una reflexión humana. Ver al presidente Chávez expresar su deseo de seguir viviendo, no puede más que hacerme comprender la amplia necesidad que tenemos como pueblo de seguir haciendo historia.
Las lágrimas del presidente Chávez hoy, son herramientas de lucha para comprender que aún a pesar del odio que algunos profesan contra los más pobres, ésta, nuestra llamada revolución bolivariana y socialista cada día lucha más porque esas almas miserables superen su condición y aprendan a elevarse para así acompañar a los pobres en el camino de su crecimiento.
Es imposible superar la pobreza con más pobreza, y lo que ha hecho el presidente Chávez, es enseñarnos en la práctica que nuestra capacidad como pueblo es infinita, que vale la pena invertir en la esperanza y la justa redistribución de la riqueza, y que a pesar de los desvíos y errores en el camino, no hay nada más poderoso que una verdadera lágrima de amor.
Las lágrimas del presidente Chávez, más que lágrimas de impotencia o despedida, tal como quisieran interpretar algunos buitres del dolor, son, para quienes creemos fervientemente que los cambios que se viven en nuestro país son los necesarios y fundamentales para seguir avanzando hacia una sociedad progresista (evidentemente no la caprilista), combustible que alimenta la esperanza y nos compromete a seguir aportando cada día más en la determinación de constituir una sociedad de iguales condiciones, una Venezuela libertaria y libertadora, con capacidad creativa e innovadora, donde una clase social minoritaria no sea la que domine a la mayoría, sino, que sea la mayoría la que domine a la minoría, con justicia y con paz.
Que nadie se paralice, toda parálisis es contrarrevolucionaria, así como también lo es no prepararnos para el futuro, generar escenarios y generar proyectos con base en la planificación de país y la gran Política.
La garantía de nuestro futuro está con Chávez, tanto con lo que él es como con lo que representa para nuestro país y el mundo, por eso, que sus lágrimas sean la expresión de dolor por los desvalidos, y nuestro compromiso porque dejen de serlo con nuestro apoyo y su esfuerzo; que las lágrimas de Chávez sean el pacto de compromiso para la unión de las mayorías, con lo cual garantizaremos por siempre que no volverán a gobernar en nuestro país las minorías perversas, individualistas, funestas, que hicieron tanto daño a nuestra patria.
Que sean tus lágrimas, comandante, la pasión que nos mueva, que sean señal de esperanza, que sean la fuerza del pueblo, y el dolor que nos debe embargar el aún no lograr el objetivo, para así acelerar la marcha hacia nuestro socialismo bolivariano.
@NicmerEvans