El desafío tiene fecha fija, será el próximo 7 de octubre, faltan menos de 5 meses. Con sus torpezas de siempre, el adversario se está moviendo con todas sus fuerzas y bajo la dirección del imperialismo, en su intento permanente de frenarnos en el camino del triunfo de la Revolución. El Comando Carabobo realiza su tarea, pero no está mal que expresemos nuestra angustia ante el requerimiento de apretar el paso.
Confieso que lo que voy afirmar puede ser subjetivo, pero soy totalmente sincero. Todavía no veo que todos los que nos llamamos revolucionarios y militamos en el PSUV, tengamos claro que a esta hora hay un solo objetivo, reimpulsar la Revolución, lo que pasa por ganar las elecciones del 7 de octubre. Observo funcionarios de gobierno y dirigentes del PSUV ocupados de otras cosas, dándole prioridad a lo que no va de primero.
La gestión de gobierno de revolucionarios -tanto a nivel nacional, como de las gobernaciones y alcaldías conducidas por socialistas- no siempre son motivo de orgullo, ni responden a las exigencias del pueblo que nos ha dado y reiterado su confianza. En nombre de la Revolución en marcha tenemos que exigirles que gobiernen bien, que un árbol solo no hace montaña, y que si bien el Comandante Presidente atiende cabalmente lo que le corresponde, la tarea no es solo de él, es de todos.
De otro lado está la defensa del gobierno y de sus logros. Me molesta cuando veo dirigentes que parecen mudos cuando se trata de ponderar y defender los alcances de la Revolución. Peor aún, me revuelve el hígado constatar el silencio indiferente de quienes son atacados personalmente, y se hacen los locos, tal vez esperando que sea el propio Presidente quien salga a defenderlos.
No veo que estemos tomando la calle con la energía requerida. Me molestan las gallinas cantando como gallos, los majunches haciendo sus visitas casa por casa, visitas de falsedad e hipocresía, porque solo les interesa tomar fotos para la publicidad. De nuestro lado veo que nuestros líderes más importantes, por supuesto que no hago referencia al Presidente Chávez, no están saliendo a la calle, o por lo menos no al ritmo e intensidad que desearía ver.
Por último, para no hacer más larga la lista, me preocupa quienes juegan adelantado, quienes atienden su propia agenda, quienes están viendo enemigos adentro sin mirar al frente que es donde está el imperialismo, el verdadero enemigo de la Revolución. La pelea no es pa’ dentro, los tiros no son contra los compañeros, sino contra los enemigos del pueblo.
Las líneas estratégicas que el propio Comando Carabobo se impuso establecieron tres fases. Primera, de febrero al pasado 15 de abril, la organización para la batalla, fase que no hemos completado cabalmente. Segunda, del 15 de abril al 1° de julio, afinar la maquinaria, sistematizar el proceso y la campaña ideológica. Las tres metas de esta fase lucen todavía lejos de cumplirse, particularmente percibo en pañales la campaña ideológica. Tercera, ofensiva general desde el 1° de julio hasta el triunfo y la defensa de este, hasta el 7 de octubre y días siguientes. Me preocupa que la ofensiva general no alcance cabalmente su objetivo, si siguen existiendo retardos en las dos fases previas.
Por todo lo dicho, con amor a la Revolución y con la firmeza con la que siempre actúo, pido al Comando Carabobo apretar el paso. No dudo para nada de la buena voluntad de sus integrantes, a quienes conozco y valoro, pero se le están escapando algunas liebres, tal vez por sobrecargo de actividades, al no estar todos los dirigentes y militantes del Partido atendiendo sus responsabilidades.
A la carga ya, debe ser la consigna, es la hora, faltan 150 días para la fecha que nos mueve. Comando Carabobo: a la carga ya.
cesar.dorta62@gmail.com
* Luchador social y político