Casi que perder la capacidad de asombro ya es común en la mayoría de los venezolanos, cuando oímos las barrabasadas que el candidato de la MUD expulsa por su boca, tanto que ha superado con creces al filósofo del Zulia que en su momento se destacó por su especial manera de manejar el idioma y de demostrar sus inconsistencias culturales cuando colocaba a las ballena a cantar, a producir frutos a los hornos, descubrir que Margarita está rodeada de agua o que Shakespeare fundó la democracia hace 500 años para apenas mencionar un minimun de su desaguisados idiomáticos y cognoscitivos.
Éste de ahora, que debió mover mucha plata para poder obtener un cartón de profesional universitario y más de abogado posgraduado, que por su sola naturaleza debería aportarle capacidad para manejar de manera fluida la expresión oral, y eso que no se le conoce la escrita, es la segunda versión de la escogencia de alguien que a toda luces sirve para concentrar en él las frustraciones de una oposición que se ha visto rebasada por un gobierno, que hoy por hoy es reconocido por sus realizaciones, en inmensos sectores humanos de todo el globo, a pesar de las enormes campañas negativas de los verdaderos amos de la derecha venezolana e internacional que son los medios de comunicación privados.
No cabe otra explicación, es ese tipo de "señorito" muy rico que a fuerza de dinero logra posicionarse de importantes funciones públicas, no hay otra explicación para aceptar cómo fue que llegó, primero a diputado y luego a presidente de la Cámara ídem, posteriormente a Alcalde y gobernador, ahora candidato y venir a demostrar que es sólo una especie de emulación del “diente roto” que nos pintó el genial Pedro Emilio Coll.
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La entrevista que en un canal colombiano le hiciera un acucioso y avezado periodista, es de colección, el hombre era lo más parecido a un adolescente presentando un examen para el cual no había estudiado, enredado y con una cara de espanto que por cierto ha sido el filón más explotado por los caricaturistas revolucionarios, “ojipuyuo” como diaria Joselo, tanto que los colombianos seguidores del programa, seguramente se preguntarían: ¿ y éso es lo que pretende ser presidente, nada menos que de la Patria de Bolívar?. La verdad es que a este señor no le vasta con poner la torta aquí, sino que va y la pone en otras partes del mundo. ¡Qué pena!,.
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“Voy a entrar con un sacerdote a Miraflores para bendecirlo”, palabras más palabras menos.
Como si no fuese Chavez quien como creyente llegó a palacio en los hombros del pueblo pero con Cristo como su Comandante mayor, para adecentar lo que durante la cuarta se había convertido en una especie de cueva de Ali Baba, en un antro en el cual, con algunas excepciones (Caldera, Leoni y Luis Herrera), las amantes fungían cual reinas del medioevo. Desmiéntame alguien si no es con la revolución cuando hemos visto sacerdotes, eso si revolucionarios, celebrando la eucaristía en Miraflores, a diferencia de la derecha que llevó curas para que firmaran el decreto mediante el cual pretendieron sepultar la democracia y previamente le levantaran la mano a los dos jefes de las acciones conspirativas, ambos prófugos de la justicia.
Y qué acto más sincero cuando, a su regreso casi que de la muerte, el Jefe de Estado, como hubiese sido hasta aceptable, en lugar de actuar con rigor contra los criminales, tomó a Cristo por testigo para llamar al diálogo, la reconciliación y la paz, y la respuesta ya la conocemos.
Entonces que no venga ahora el majunche, con una de sus ocurrencias casi demenciales a decir que a Miraflores hay que bendecirla, porque resulta que ello ya se hizo hace 13 años cuando, con Dios por delante se produjo el cambio del cual hoy disfrutamos la gran mayoría de los venezolanos.
yuviliz40@hotmail.com
