El socialismo burocrático se convirtió en la mayor estafa ideológica de las ideas de quienes construyeron la primera Asociación Internacional del Trabajo a mediados del siglo XIX. Sin embargo, no se trata de presuponer que Marx y Engels no se equivocaron en muchos planteamientos o que algunas de sus ideas perdieran validez de acuerdo a la modificación de las circunstancias históricas. En el estalinismo, los planteamientos se transfiguraron, por una suerte de astucia dialéctica de la voluntad de saber de Stalin, en proposiciones completamente antagónicas a las de los fundadores del llamado “socialismo científico”.
Frente a los desafíos civilizatorios del siglo XXI, deben abordarse las críticas de raíz contra todas las imposturas del marxismo soviético, que sirvieron para silenciar el ideario profundamente libertario del socialismo revolucionario de Marx y Engels, intensamente democrático en el más estricto sentido de una revolución de mayorías, desde abajo, autogestionario, desde los poderes creadores de las clases trabajadoras y del pueblo. Esta estadolatría no logró diferenciar entre la propiedad social y la propiedad estatal, entre la socialización y la estatización. Tampoco logra diferenciar entre el reconocimiento del pluripartidismo y legitimidad de corrientes al interior del socialismo, presente en las posiciones de Marx y Engels, aun justificando la centralidad del partido comunista para el movimiento proletario, de los “sistemas políticos de partido único”, que fueron los modos de regimentación política del socialismo burocrático en todas las latitudes donde se ensayó. Esta visión lleva a confundir partido y Estado.
Asimismo, el socialismo burocrático y el marxismo soviético no lograron diferenciar entre la “ética de la liberación” en Marx, de las modalidades compulsivas y autoritarias de moral burocrática que se instituyeron en nombre de la “Revolución” y el “Estado Socialista”.
La definición más sencilla del colectivismo burocrático-despótico la dio Engels, cuando habló de la “veneración supersticiosa del Estado”.
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