La inscripción de Chávez responde a diferentes aspectos de la vida política, social y económica de nuestro país, pero sin duda alguna, el primer significado que refleja es el la dignidad de alguien que está dando la vida por su pueblo.
Chávez es un simple mortal, que ha logrado aglutinar en su entorno a todos aquellos indignados que no tenían voz, que habían sido marginados por décadas, ante la ignominia de quienes ostentando el poder en nombre del pueblo lo humillaron y sometieron a la pobreza más miserable.
Para otros, la candidatura de Chávez, después de 13 años de gobierno, es la esperanza de que sigan profundizándose los cambios que están en marcha y quedan pendientes, no sin antes reconocer errores en el camino.
Y para un grupo final, la candidatura de Chávez es la garantía de que la oposición vacía, sin discurso pero con muchos intereses económicos, que termina siendo incolora e insabora, pero que se caracteriza por ser claramente vampirezca, no vuelva al poder en Venezuela.
Son muchos los retos de la candidatura de Chávez, no porque ponga en duda su triunfo, ya todos los estudios de opinión medianamente serios de nuestro país demuestran su victoria para el 7O, sin embargo el triunfalismo puede tener a cuesta la posibilidad de no reconocer problemas estructurales que venimos arrastrando, inevitablemente contradictorios con el proyecto socialista bolivariano, estos los he enumerado en otras oportunidad, así que hoy obviaré el detalle.
Pero de lo que podemos estar seguros, es que el pueblo venezolano prefiere a un candidato enfermo de cáncer pero lleno de amor por su país, que un candidato enfermo de odio, y cargado de la firme intensión de hacer más rico a los de su clase, a expensas de más pobreza para los pobres de siempre.
Es la inscripción de Chávez el símbolo más fuerte de la lucha por la vida, no de un hombre, sino de un pueblo cansado de ser dominado y controlado por otros. La inscripción de Chávez es más soberanía, más pueblo, más redistribución de la riqueza, más retos, más claridad en el destino. La inscripción de Chávez es la conciencia madura del pueblo, que pide socialismo bolivariano, a la venezolana. Por eso, la jornada que se avecina, no será sencilla, porque Chávez deberá ganar dos veces: contra los apátridas, y contra aquellos que teniendo buen corazón, aún no comprenden que el camino que ha escogido la mayoría es irreversible.