Recientemente la CANTV cumplió cinco años de su novel etapa como empresa de talante social, deslastrándose de la ominosa praxis capitalista que la fue despedazando y dejándola en un rezago tecnológico, abonándoles el camino a los negociantes nacionales y extranjeros para que pudieran adquirirla en un remate, a precio de gallina flaca. Ahora la experiencia laboral y sobre todo vivencial dentro de la nueva CANTV ha sido muy interesante e inspiradora, ya que pasó de una empresa que era percibida en su etapa privada como una especie de fortaleza, donde el acceso a sus servicios y a su gente estaba solo dirigido y restringido hacia un sector privilegiado de la población que vivía en las urbes a transmutarse de manera gratificante con un viraje hacia una visión de transformación y participación social, producto de la nacionalización impulsada por el Gobierno Bolivariano y la égida claripensante del camarada Hugo Chávez. Ahora, CANTV si está en cada rincón de nuestra patria, dándoles voz, oídos y visión a las comunidades que vivían en un impuesto aislamiento.
En este momento, a pesar de que estos pequeños poblados, están geográficamente remotos de los grandes centros urbanos, ahora si “existen” para CANTV y el reconocimiento de esta realidad, ha proporcionado de manera cierta, la tangible posibilidad de acceder a la tecnología telecomunicacional, que en estos momentos se les lleva sin mezquindad, para que puedan acercarse entre ellos e interactuar, uniéndolos a la patria grande y solventando en gran medida esa deuda social que en esta materia imperaba. Contemplar los rostros de los pequeños y pequeñas que enmarcan una sonrisa al recibir y disfrutar su Canaimita conectadas por nuestro satélite Simón Bolívar y todas las antenas satelitales “sembradas como hongos” receptores y transmisores: en la sabana, en las montañas, en el lago, en las islas, en fin a todo a lo largo y ancho de nuestro territorio. Ver a los jóvenes que acceden a la información telemática dfe manera gratuita para ampliar sus conocimientos liberadores y a los adultos mayores que puedan sentir la cercanía de sus seres queridos y sus emociones a través de la telefonía o frente a una computadora o sentarse a disfrutar de sus programas favoritos de televisión, con la Televisión Directa al Hogar (TDH) sin onerosos desembolsos, son realidades humanas que nos llenan de satisfacción. Es la inversión socio-tecnológica que nos permitirá acrecentar nuestra soberanía e independencia y es parte de esa gran realidad que se está construyendo y viviendo en nuestra nación, donde se privilegia lo humano y todo su quehacer, sin distingo de ningún aspecto, como lo reitera el camarada Chávez.
Falta aun mucho por hacer y que aprender haciendo. Pero, es ineludible que ahora la CANTV enrumbó su enfoque sin privilegios sociales o económicos, donde lo humano tanto de sus trabajadores como del entorno demográfico venezolano que la circunda, es la amplia perspectiva que se ha propuesto como empresa socialista, que participa de manera estratégica en el desarrollo nacional, dejando en el pasado ese bunker tecnológico inexpugnable, al que solo accedían una camada de elegidos.
CANTV existe en cada fibra emocional de nuestra Patria, porque ahora si está en todo el país y es de toda Venezuela. Y todo esto, parte también del porque mayoritariamente refrendaremos el 7 de octubre como presidente y guía revolucionario al camarada Hugo Chávez y nuestra tarea es recordarle a nuestro pueblo, que el bienestar social que ahora se disfruta (y que falta mas por hacer) no era el común denominador en los gobiernos de la derecha capitalista, donde la vida tenía un valor y se expresaba en dólares y si no los tenías, no existías. Ahora, con Chávez la vida vale toda una vida.
Sin Chávez no hay revolución, porque Chávez es la revolución
(*)Ing°