Mayor evidencia de que las encuestas muestran una realidad irreversible sobre lo que va a suceder el 07 de octubre, es lo que pasa en las movilizaciones que el majunche está haciendo el las capitales de los estados venezolanos.
Da pena ajena y hasta lástima ver como por ejemplo aquí en el Táchira, en una demostración de que el majunchismo está claro de su destino, apenas pudieron llenar tres cuadras de la 15 que posee la Avenida quinta, por cierto llenada de punta a punta por el candidato de la Patria en otras oportunidades.
Esta vez aunque movieron gente de los 29 municipios y no pocos de la vecina ciudad de Cúcuta, apenas les alcanzó para una pírrica asamblea en la que no había más de tres mil personas. Por supuesto a quienes vieron el acto por la televisión y con las artimañas técnicas que globovisión utiliza, pudieran haberle metido la coba de que había mucha gente, pero quienes sabemos algo sobre movilizaciones, podemos afirmar que el majunchismo perdió los reales, no solo aquí sino en todas partes donde se presentan, por una sencilla razón, ya no tienen pueblo, pero además no tienen un líder capaz de alimentar emoción en las masas, que tenga herramientas que le permitan dirigirle a la gente un mensaje sólido, profundo, ideológicamente concatenado con las realidades que vive el mundo, propuestas reales y potencialmente factibles y no un discurso tan vacío y mediocre, que lo que logra es causar desaliento y frustración, no sólo para quienes se oponen al Proceso Revolucionario, sino incluso para quienes lo apoyamos, porque la verdad quisiéramos tener un contendiente que esté a la altura conceptual y de integralidad por sus obras y sus virtudes pero también con la capacidad de reconocer sus limitaciones y defectos como cualquier ser humano.
Hay quienes no entendemos y me encuentro entre ellos, como un ciudadano con los antecedentes morales y políticos del majunche, no tiene la dignidad de autoanalizarse y saber que no es digno, que no califica, para enfrentarse a un fenómeno como Chávez. como lo ha venido demostrando cada vez que se muestra en público, pero además colocando con el mayor descaro como su jefe de campaña, a quien le acompañaba el día que fue descubierto en plena vía pública cometiendo actos que con la modernidad actual podrían ser aceptables pero no en un personaje que aspira a ser el Presidente nada menos y nada más que de la Patria del gran Libertador y menos en plena calle, ese solo hecho, que no ha sido negado con pruebas y que por el contrario está fehacientemente probado, debería pesar para que el oposicionismo venezolano hubiese escogido a cualquier otro, y no ofender como lo están haciendo a la mayoría de los venezolanos al haber elegido a un sujeto despreciable, no por su tendencia sexual que ya es bastante, no por serlo sino por exponerlo en publico como sucedió y ratificarlo al colocar a su pareja como jefe de campaña, sino por sus limitaciones en el uso del lenguaje, por su incapacidad para ofrecer una propuesta de su propia hechura, que no sea vista como una amenaza de regresar al pasado oprobioso de los 40 años de la cuarta republica y de nuevo convertir la Patria en una colonia gringa.
Sé de personas de la acera de enfrente, y no pocas, que están claras, que quisieran tener otro candidato, el que fuese, que no les causara tanta desazón, y hasta vergüenza y que solo son movidas y tener que tragar grueso, al asistir a un acto como el de la Avenida quinta en San Cristóbal, por el odio visceral que le tienen a Chávez, aun a sabiendas de su inminente derrota, la más grande que este país recuerde, derrota que tendrá padre que no es otro que el, por gracia del imperio, candidato de la oposición venezolana, a cuyos líderes, después del lo que va a suceder el 07 de octubre, les va a faltar tiempo para arrepentirse de no haber rectificado a tiempo y por lo menos haber colocado en el frente de batalla alguien que les pudiese garantizar no perder los pocos avances logrados en ocasiones anteriores, que les permiten ser una referencia de una oposición que aunque muy disminuida, por lo menos con presencia en algunos estamentos de la vida pública venezolana.
Por otro lado, al pobre majunche no lo ayuda ni uno de sus mentores, el ya famoso Julio Borges, Jefe del partido PJ, quien con su empeño en negar, semana a semana, de la manera mas descarada los logros de la Misión Vivienda y ofender nada menos que a 200.000 venezolanos de carne y hueso, que no son sólo 200 mil personas sino 200 mil familias que pueden desmentirlo llave y titulo de propiedad en mano, algo que deberían hacer por lo menos los miles de beneficiarios de Caracas, Miranda y Vargas frente a su partido para de una vez por todas matar esa culebra que ha hecho de la Misión Vivienda su blanco preferido para dispararle dardos mentirosos, con la lamentable realidad que hasta ahora nadie se ha preocupado con echar por tierra, con pruebas contundentes. Yo haría una cadena con todos los beneficiarios en las plazas publicas de todo el país, mostrando las llaves de sus viviendas, su titulo y testimonios para de una vez por todas darle un parao a este sujeto muy conocido por sus payasadas con el cochino que lanzó en el antiguo congreso, las papas, cebollas y demás que mostró en al AN y ahora su cuadrito semanal con el que pretende desmentir una de las más grandes y masivas realizaciones del gobierno revolucionario.Así pues que esta campaña por lo que se recordará en el futuro, será por los actores alineados con la oposición quienes a pesar de ser copartícipes de una época de cambios, no estuvieron a la altura de las circunstancias y perdieron una oportunidad de oro, so para montarse en el llamado "autobús del progreso", sino para abordar el tren de la Revolución que definitivamente fue adoptada por las grandes mayorías, no sólo aquí sino en otras patrias de nuestra América.
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