En el año 1998, el Presidente Hugo Chávez, como candidato presidencial, le presentó al pueblo venezolano un conjunto de ideas e iniciativas que tituló: “La Propuesta de Hugo Chávez para transformar a Venezuela… La revolución democrática”.
Decía, entonces, que la Venezuela puntofijista, clientelar, partidocrática, elitista y excluyente, que empobreció al pueblo venezolano, tenía que ser transformada; por lo que, para su transformación, se requería la formulación de un proyecto de país distinto. Un nuevo proyecto de nación que tuviera al venezolano como el centro de su estructuración, sin excluidos y sin excluidores, solidario y exigente, serio y responsable en la distribución de la riqueza, verdaderamente democrático, por tanto de democracia participativa y protagónica, solidario con los demás pueblos del mundo.
El 2 de febrero de 1999, al asumir el poder, afirmó que se iniciaba una revolución pacífica y democrática. En menos de un año se transformó, el marco constitucional del país y se dio cumplimiento al ofrecimiento de una nueva Constitución.
Nacía así un proceso revolucionario preñado de ideas y propuestas concretas, para alcanzar la felicidad del pueblo venezolano.
De allí surgió el primer Plan de Desarrollo Económico y Social de la Nación 2001-2007. En él “… se consolidan las bases principistas y políticas para la interacción dinámica del crecimiento económico sostenido, las efectivas oportunidades y equidades sociales, la dinámica territorial y ambiental sustentables, la ampliación de las oportunidades ciudadanas y la diversificación multipolar de las relaciones internacionales”.
Conscientes, pues, de que lo planteado era avanzar en la construcción de una Venezuela post capitalista, resultaba necesario diseñar un nuevo Plan de la Nación que fuese más allá de la fase de transición hacia ese nuevo modelo de desarrollo.
El Proyecto Nacional “Simón Bolívar”, plasmado en el Primer Plan Socialista del Desarrollo Económico y Social de la Nación 2007-2013, contiene las orientaciones fundamentales para el fraguado de ese nuevo modelo de sociedad: el Socialismo del Siglo XXI.
Pues bien, avanzar en la edificación de una sociedad estructurada a partir de la edificación de una: Nueva Ética Socialista, con el propósito de alcanzar la Suprema Felicidad Social, a través del establecimiento de una Democracia Protagónica Revolucionaria y un Modelo Productivo Socialista, capaz de configurar una Nueva Geopolítica Nacional, que nos convierta en una Potencia Energética Mundial, que propicie el establecimiento de una Nueva Geopolítica Internacional, constituyen los principios fundamentales de dicho Plan.
Como continuación del mismo, el Presidente Hugo Chávez le ha propuesto a la nación, para el período 2013-2019, su propuesta de gobierno titulada: Propuesta del Candidato de la Patria. Titulo estrechamente relacionado con los retos futuros, el cual se corresponde con la intención de darle rostro y figura a la nueva Patria Socialista. Sus principios son los siguientes:
I.- Defender, expandir y consolidar el bien más preciado que hemos reconquistado después de 200 años: la Independencia Nacional.
II.- Continuar construyendo el socialismo bolivariano del siglo XXI, en Venezuela, como alternativa al sistema destructivo y salvaje del capitalismo y
con ello asegurar la “mayor suma de seguridad social, mayor suma de estabilidad política y la mayor suma de felicidad” para nuestro pueblo.
III.- Convertir a Venezuela en un país potencia en lo social, lo económico y lo político dentro de la Gran Potencia Naciente de América Latina y el Caribe, que garanticen la conformación de una zona de paz en Nuestra América.
IV.- Contribuir al desarrollo de una nueva Geopolítica Internacional en la cual
tome cuerpo un mundo multicéntrico y pluripolar que permita lograr el equilibrio del Universo y garantizar la Paz planetaria.
V.- Preservar la vida en el planeta y salvar a la especie humana.
Proyecto complejo y difícil de alcanzar, pero no imposible. Sobre todo porque, el mismo está inundado de un profundo sentimiento humanista. Los sectores de la derecha, no terminan de entender que Venezuela es otra; los dirigentes del régimen partidocrático, encuentran en el nuevo sistema democrático, participativo y protagónico, una barrera que les impide seguir usufructuando las estructuras e instituciones del Estado, a su libre albedrío; algunos sectores, de eso que los sociólogos han llamado la clase media, en su delirio de burgueses, sienten que no podrán alcanzar los privilegios de las clases dominantes; la nostalgia de no poder ser como ellos los ha llevado a asumir, junto a ésta, una conducta desestabilizadora, antidemocrática y golpista. Y, junto a ellos, o mejor dicho con ellos, el imperio y sus adláteres, no le perdonan al Presidente Chávez, haberle restituido a nuestra patria su soberanía e independencia, su dignidad y gallardía.
Ahora, estamos más cerca de hacer realidad nuestro sueño. El 7 de octubre es nuestro gran reto.
npinedaprada@gmail.com