De manera que Venezuela y la Nueva Granada juntos van a luchar por la independencia de un territorio mucho más extenso al pensarse llegado el momento para lograr la independencia de todos los territorios colindante y así asegurar no ser nuevamente invadidos por fuerzas extranjeras, tal como ciertamente sucede. Sobre estas ideas de unidad y con tropas y oficiales militares de diversos países se realizan las batallas victoriosas de Carabobo el 24 de junio de 1.821, y la de Pichincha el 24 de mayo de 1.822. Es entonces cuando el 6 de Agosto de este último año el Congreso de Cúcuta promulga la Constitución de la nueva república y se entra en una etapa de consolidación institucional. La idea global del Libertador se orienta en la dirección de conseguir la unidad de todos los países hispanoamericanos, crear con todos ellos un sistema de seguridad y defensa para salir juntos al encuentro de cualquier intento de ataque y usurpación extranjera a cualquier país del grupo, y asegurar las condiciones fundamentales para el establecimiento de instituciones republicanas que garanticen el progreso y bienestar de sus pueblos; además de estar prestos para ayudar en la independencia de aquellos países que todavía siguieran bajo la dominación de España. Con miras a estos objetivos la Gran Colombia suscribe un pacto de confederación y ayuda mutua con el gobierno del Perú en 1.822 y al año siguiente envía sus tropas allá bajo la dirección de Bolívar y Sucre, derrotando a los españoles en las batallas de Junín y Ayacucho; terminando exitosamente la independencia del Perú y haciendo posible la creación de la República de Bolivia.
Más adelante la Gran Colombia suscribe un tratado de confederación y ayuda mutua con Méjico, con ello ya se piensa en establecer una autoridad suprema que dirija las políticas de las repúblicas hispanoamericana; autoridad que se elegiría en una Asamblea de Plenipotenciarios nombrados por cada república. Bolívar cree haber llegado el momento de apuntalar la idea y entonces convoca el Congreso Anfictiónico de Panamá, éste comienza sus sesiones el 22 de junio de 1.826 buscando dejar sentados los parámetros para la constitución definitiva del bloque de naciones de origen español, pero algunos delegados latinoamericanos, lacayos de los Estados Unidos, maniobran y le piden a esta nación influya para que ese Congreso no tenga el éxito buscado; y es de esta manera que la reunión es saboteada y al fin termina por malograse. Al no conseguirse el apoyo unánime de representantes de los países asistentes a la reunión, la unidad de los países hispanoamericanos queda maltrecha y le da a los Estados Unidos la gran oportunidad de aplicar e imponer la doctrina hipócrita de su presidente, James Monroe: América para los americanos, y ellos y solo ellos entienden ser esos americanos; y poco a poco esa nación se va imponiendo en toda América y también en el mundo entero. Sin embargo, hoy Latinoamérica cuenta con muchos líderes que están buscando la unión ideada por el Libertador Simón Bolívar, es así como Brasil, Argentina, Bolivia, Uruguay, Ecuador, Perú, Chile, Nicaragua, Cuba, Venezuela, y de otros países americanos y del caribe que se han comprometido a conformar lo más pronto posible esta gran liga de naciones; la cual debe de estar consolidada no más allá del fin de esta segunda década del siglo XXI. Así sea.