La precipitación de las reformas neoliberales (desentendimiento del Estado en lo tocante a vivienda y mejoras de los barrios y caseríos, empobrecimiento de la población, privatización de los servicios y quiebre de figuras de intermediación como Comunas, Consejos Comunales, Asociaciones Culturales y Políticas, Organizaciones de Base, Partidos Políticos de izquierda), forman parte del proyecto de país que tiene en mente el majunchismo y que quisieran impulsar a sangre y fuego.
Los barrios, como todos sabemos, jugaron un papel decisivo en frenar y revertir el golpe de Estado de abril de 2002 y en la derrota del boicot petrolero lanzado por las élites pocos meses después. Sin dirección unificada y sin aparato coordinador centralizado -aunque sí con el ímpetu y la confianza del nuevo proceso social, político e institucional liderado por el Comandante- los pobladores de los cerros de Caracas y otras ciudades neutralizaron las innumerables ofensivas de la derecha y las clases dominantes. Fue el pueblo desde los cerros quien se realizó como clase desde su territorio. Lo mismo podríamos decir de esas luchas que siguen vigentes por la posesión legal de la tierra y la mejora de los servicios.
Pero notemos la doble direccionalidad de los procesos de emancipación en Venezuela como resultado de la combinación de la necesaria influencia sobre el Estado y la institucionalidad y el imponderable desarrollo de la protesta y construcción social. Con el decreto de regularización de tenencia de la tierra de los barrios, se evidencia el carácter y espíritu del proceso bolivariano, décadas de lucha popular consiguen reconocimiento e inclusión de los barrios, y esto ocurre sólo a través de esa misma organización, participación y movilización de los propios pobladores, que con cientos de colectivos, estudiantes, obreros, campesinos, amas de casa, medios comunitarios, movimientos ecologistas, comunas, pescadores, cultores, sindicatos, cooperativas y desde el poder popular le dirán nuevamente NO a los proyectos represivos y bárbaros que plantea la derecha golpista al país, por eso y mil razones más, no volverán.