Urge la Alianza Popular Revolucionaria (APR)

Una Revolución sin enemigos, sin gente que la adverse, no es Revolución, ya que los cambios que ella encierra necesariamente afectan los intereses de la oligarquía que reaccionará en defensa de sus privilegios. Más allá de los partidos políticos que respaldan el proceso, el pueblo organizado en alianza inspirada en el Socialismo es garantía del avance de los cambios, y es freno a desviaciones y corruptelas propias de la condición humana, es reclamo de actuación apegada a los principios y valores.

Por supuesto que el partido de la Revolución, nuestro PSUV, tiene un rol que cumplir, como lo tienen las otras organizaciones políticas que nos respaldan y el Polo Patriótico, misión que hoy se concreta en lo electoral, con fechas precisas en los meses de octubre y diciembre 2012, y en abril 2013. Pero necesitamos algo más, no referirdo exclusivamente al hecho político electoral, sino a la esencia de la Revolución que nos compromete y de los cambios que nos animan.

La alianza popular revolucionaria es unidad de los sectores sociales, que son simultáneamente actores y beneficiarios del proceso en marcha. La disperción de esfuerzos conspira contra la eficiencia de la organización social del pueblo. Esta unidad debe concretarse en dos planos fundamentales: unificación de criterios y unificación en la acción.

La alianza popular revolucionaria es elemento fundamental para la verdadera aplicación de las “3 R”, las tres erres planteadas por el Comandante Presidente, que no son cosa del ayer, que no es pasado sino proceso constante y reiterado, repetido sostenidamente en el tiempo para que el avance sea efectivo: Revisión, Rectificación y Reimpulso del proceso. Si de algo no hay duda, es de la necesidad de la permanencia de una política de revisar constantemente, rectificar a tiempo y reimpulsar, relanzar indefinidamente la propuesta socialista revolucionaria.

La alianza popular revolucionaria tiene tareas que van en profundidad y que no son solamente electorales, sin que esto implique no asumir el compromiso electoral que es responsabilidad de todos. Por ejemplo, el Programa de la Patria 2013-2019, difundido recientemente por el Comandante Presidente, y los Cinco Grandes Objetivos Históricos Nacionales, son fuente de inspiración, y deben ser difundidos en las organizaciones sociales de base, deben ser discutidos, asimilados y retroalimentados por la dinámica que necesariamente debe producirse. Defender y consolidar la Independencia Nacional, contribuir a la construcción del Socialismo Bolivariano del Siglo XXI, convertir a Venezuela en una potencia y contribuir al desarrollo de una nueva geopolítica nacional y a la preservación de la vida en el planeta, son cinco objetivos históricos que solo se garantizan con la participación social del pueblo.

La alianza popular revolucionaria solo se concibe en ejercicio de la democracia, y ella está obligada a desenmascarar cogollos y burocracia que pretendan actuar en su beneficio, negando la real participación de todos. Está obligada la alianza del pueblo a corregir la indebida conducta de cúpulas que prefieren permantemente arreglos de “altura”, cooptación y entendimiento de las élites dirigenciales, y no decisiones populares.

La alianza popular revolucionaria es vital para el proceso, es revitalizadora de la Revolución; sin ella la burocracia se traga los cambios. Continuemos la marcha, afiancemos el futuro del pueblo.



Cesar.dorta62@gmail.com



* Luchador social y político


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César Dorta

Luchador social y municipalista

 cesar.dorta62@gmail.com

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