En toda competencia reglamentada, la que sea, hasta la que actualmente vivimos los venezolanos, en una nueva contienda electoral, de las tantas que en la etapa más democrática de la Historia tengamos noticias, siempre, quien va perdiendo intenta inventar alguna causa para justificar su incapacidad contra el rival, es lo que está sucediendo, incluso desde antes de comenzar este juego democrático por parte de la oposición que nos tiene acostumbrados a esa actitud y entonces utiliza estrategias varias como atacar al árbitro, denunciar ventajismo, y por supuesto valerse de acciones reñidas con la Ley, como el absurdo forjamiento de un documento militar , lo que en cualquier país del mundo habría, como mínimo obligado a la renuncia, incluso del candidato, aquí no, porque este es un país en el que hay exceso de democracia, hasta llegar al abuso consuetudinario de una oposición que aun después de casi 14 años no entiende que perdió el juego en serie y que la única forma de triunfar sería ganándose el corazón de los venezolanos, lo cual les queda muy cuesta arriba por las vías que han intentado, las que incluyendo el golpe de estado, les han fracasado estruendosamente.
Por ello ya casi todo lo que hacen está impregnado de la desesperación, que no pueden ocultar, lo que les hace, quizá, más peligrosos que de costumbre, y sus actitudes lo que presagian no es otra cosa que violencia; no han tenido empacho al recurrir, en una demostración de vena traidora, a entes y personas foráneos, declarados enemigos de Venezuela para intentar por esa vía preparar acciones muy diferentes a las electorales, sin medir las terribles consecuencias que ello traería para quienes ingenuamente les sigan como carne de cañón, pues ya sabemos lo que sucedió el 11 de abril cuando echaron a la calle contra Miraflores a una multitud enloquecida mientras los líderes de aquel desastre, miraban los toros desde la barrera, cuidándose de recibir ni un solo rasguño.
Están trabajando de mucho tiempo atrás para ello, es un hecho incontrovertible que los paramilitares que sicarean, casi a diario sobre todo en la frontera, forman parte del contingente de mercenarios que lo que hacen es mantenerse en forma matando a diestra y siniestra, han acumulado millonarias sumas de dinero que no es raro que por la vía de Uribe tenga su origen en el narcotráfico, por ese lado están bien preparados, pero carecen de pueblo y con toda seguridad de la inmensa mayoría de nuestra Fuerza Armada Bolivariana, lo cual, bien sabemos, no les impediría transitar otra vez el camino de la sangre, esperanzados en una intervención gringa, que esperan un motivo para ello como en Libia, y ahora mismo en Siria.
Esta vez no es cualquier elección, el enemigo de la Patria, viene con todo, saben que de lograr sus objetivos por la única vía que podrían, que es la violenta, van a tener respaldo y reconocimiento inmediato del imperio y las instituciones que controla como ya sucedió en el 2002, comenzando por la inefable CIHD que ha llegado al limite de fallar contra nuestro país y a favor de un terrorista convicto y confeso y prófugo de los tantos que se cobijan en el doble rasero imperial, lo que se puede interpretar como un adelanto de lo que podría venir.
Por ello se hace indispensable llegar al 07 de octubre, conscientes y preparados para dos escenarios por parte de la oposición, uno democrático que sería como pedirle peras al olmo, factible e irrefutable si la diferencia como esperamos es contundente y todas las encuestas lo afirman, de modo que no queden dudas y más bien quien se atreva a actuar en contrario se encuentre con la burla de todo un pueblo, pero también prestos para reaccionar sin dilación con todas las fuerzas revolucionarias para derrotar en la calle cualquier intento de acabar con una democracia como la nuestra, que ha sido tomada como modelo en no pocas organizaciones sociales del mundo y que ha costado sangre sudor y lágrimas a muchisimos venezolanos que incluso ofrendaron su vida para que hoy vivamos las mejores experiencias de inclusión e incorporación de la mayoría de los venezolanos a los beneficios a que tienen derecho.
Nos queda esperar, pero estar preparados pidiéndole a Dios meta su mano, proteja nuestra Patria, que ha de ser muy amada por Él, pues no por nada nos entregó tantas riquezas, nos dio hace más de una década un hombre excepcional como Presidente a quien por algo le ha permitido seguir viviendo después de su terrible prueba de salud, y no tiene que ser para otro fin que el de que cumpla la misión que Él le ha encomendado.
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