El Hecho acaecido el domingo 5 de agosto en Valencia, en el marco del acto de campaña del candidato Chávez debe llamarnos profundamente la atención.
No tengo ninguna duda sobre la capacidad y visión estratégica del Presidente, que con su experticia electoral y su olfato político ha llevado a consecutivos triunfos a un proceso político socialista pacífico, aún cuando ha sido objeto de la violencia de sectores extremistas golpistas que todavía pululan en la oposición.
Pero, aunque estoy seguro que el problema no es el nuevo candidato Ameliach, o el aspirante Lacava, o el ex precandidato Maduro, lo que si es verdad es que existe un reclamo desde algunos sectores de las bases del partido y del proceso por una vuelta a los extraordinarios procesos de democracia participativa y protagónica en las elecciones de sus dirigentes y de sus candidatos de años anteriores.
Debemos recordar que el Psuv en varios eventos electoral se llenó de gloria al poder presentar a su dirigencia y sus candidatos como líderes escogidos por la militancia del partido, cuando la oposición los imponía desde los cogollos, y aunque en la actualidad está muy claro que el momento histórico ha impuesto que la elección de candidatos a las gobernaciones sean decididos por el liderazgo de consenso que significa Chávez a lo interno de la revolución, no por ello, la militancia socialista ha abandonado el deseo de crear mecanismos que permitan escoger a sus representantes de manera más participativa y protagónica.
Ojalá esta oportunidad pueda presentarse en la elección de los candidatos a las Alcaldías. Si esto no pasa, creo, podríamos poner en riesgo la extensión de la victoria evidente el 7 de octubre del Candidato Chávez, ya que un Chávez con menos gobernaciones y menos alcaldías a su favor complicaría los niveles de eficiencia y eficacia que se aspiran tener el año 2013 y los años consecutivos.
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