Reflexionamos en torno a este tema no como un mero ejercicio académico sino para desmitificar su abordaje, asumido por los economistas burgueses, los pequeños burgueses y academicistas engolados como exclusividad de “eruditos” en materia económica, pues creemos que no se debe seguir confundiendo al pueblo con terminología especializada que sólo intenta disfrazar la realidad y mentir descaradamente, todo ello en el marco del “mimetismo”[1] social y económico desarrollado como estrategia electoral por los intelectualoides oposicionistas en la campaña Presidencial 2012.
En abstracto podemos definir a la economía política como la ciencia dedicada al estudio, análisis y comprensión del conjunto de relaciones sociales que se establecen entre los agentes o actores económicos (productores, procesadores, intermediarios y consumidores), las relaciones de propiedad de éstos sobre los medios de producción (maquinarias, equipos, herramientas, entre otros) y los factores productivos (trabajo, tierra y capital), que como tal permiten la orientación del proceso de producción en y para la sociedad, independientemente de su forma de organización política.
En función a ello la economía política permite comprender la estructuración de un determinado modo o sistema social de producción, en correspondencia con las relaciones que se establecen entre los participantes de la actividad económica, fundamentalmente derivadas de la propiedad sobre los medios y los factores de producción, relación cuya connotación política es asumida como “el ejercicio del poder en la toma de decisiones para la producción y distribución de excedentes económicos” para la consecución de los objetivos públicos y/o colectivos.
En concreto, podemos afirmar que la economía política permite abordar diferenciadamente la actividad socioeconómica según la estructuración del modo de producción, concebido éste en función a la propiedad sobre los medios de producción que generan derechos de apropiación y usufructo del producto social, dando lugar a la existencia de una Economía Política Socialista o proletaria, una Economía Política Capitalista o burguesa, y hasta hablar de una Economía Política de las Clases Medias o pequeño burguesa, con sus respectivas “lógicas” respecto a la participación y roles tanto del Estado como del sector privado en la actividad económica.
Es así que la Economía Política Socialista permite estudiar, analizar, explicar, comprender y planificar el conjunto de relaciones sociales de producción que se establecen en, con y para el Socialismo en tanto sistema productivo y sociopolítico donde el Estado-Gobierno, como expresión de la voluntad popular, orienta la actividad económica para la satisfacción de las necesidades sociales, detenta la propiedad de los medios de producción, redimensiona la valoración de los factores productivos y distribuye los beneficios del proceso económico entre los miembros de la sociedad, a la cual pertenece como parte integrante y activa.
Por su parte, las economías políticas burguesa y pequeño burguesa buscan explicar por qué el capital es el “factor fundamental” de la economía; se dedican a estudiar la forma de maximizar las ganancias para los capitalistas; realizan los análisis de coyuntura del mercado para orientar la producción de bienes y servicios, e intentan hacer comprender que el Estado sólo debe participar auxiliando las empresas privadas y bancos en quiebra, legislando a favor de sus negocios, además de proteger con armas sus intereses de clases e inversiones, lo que implica evidentemente la lógica de una estructura sociopolítica excluyente y clasista.
Es así como los economistas que antes no creían en las misiones sociales por considerarlas “gasto público improductivo”, de repente por obra y gracia del “mimetismo electorero”, sueltan una verborrea tecnocrática diciendo que “son buenas pero deben legalizarse y ajustarse los indicadores de eficiencia gerencial” para mejorarlas. O quienes criticaron el control cambiario y de precios como “disparate económico y fuente de estanflación”, ahora buscan explicación al crecimiento económico sostenido del PIB venezolano, que por cierto para el primer trimestre del año 2012 creció 4,5% mientras en la Europa y Norteamérica neoliberales pasa todo lo contrario. Y quienes siguen soñando con privatizar PDVSA para mejorarla ¿…?
Reiteramos que la economía no es una ciencia exacta ni menos aún predictiva, sino más bien analítica y prospectiva dado su carácter eminentemente social. No obstante, con frecuencia encontramos colegas que, aún asumiéndose socialistas-revolucionarios, olvidan tal consideración y otorgan a esta ciencia sólo su carácter crematístico (financiero, monetario) y por ende mecanicista-procedimental, obviando lo político y por ende lo social, en tanto herramientas de análisis-planificación-evaluación.
Obvian así la base teórica de una ciencia fundamentada en el bienestar colectivo, en las interrelaciones que se establecen entre seres humanos con sus necesidades y aspiraciones particulares, las cuales deben ser mediatizadas por los recursos físicos y materiales disponibles y sólo como satisfactores de las mismas, configurando así un proceso complejo sobre el que deben tomarse las decisiones políticas adecuadas, pues eso en esencia constituye el fin primario y último de la economía política en general, y de la socialista en particular, donde el ser humano y las relaciones sociales prevalecen por encima de las relaciones de propiedad e intercambio.
En tal sentido la connotación de ciencia prospectiva de la economía política se sustenta en la visión “de un futuro probable y deseable”, como planteó el economista burgués Jouvenel (1964), concepto al que deberían apostar los sectores más pudientes del país, pero entendiendo que para ello es indispensable que el resto de la población goce del buen vivir merecido por todo ser humano.
Por eso en el Socialismo la Economía Política y sus planes son primordiales, pues garantizan la posibilidad de tener oportunamente los satisfactores para las necesidades de todas y todos…
albanozam@hotmail.com
(*) Economista Agrícola.
Profesor de la UPT “Argelia Laya”
[1] Mimetismo: habilidad que ciertos seres vivos poseen para asemejarse a otros seres de su entorno (con los que no guarda relación) y a su propio entorno para obtener alguna ventaja funcional (En: http://es.wikipedia.org/wiki/Mimetismo )