Como buitres que están al acecho se lanzan sobre el sufrimiento de los venezolanos para intentar, una vez más y con total impudicia, horadar al gobierno transformándolo, así lo desean los “líderes” de la oposición venezolana, en el responsable de la explosión ocasionada en la refinería Amuay, en donde lamentablemente murieron 26 compatriotas, de los cuales 17 pertenecen a la Guardia Nacional Bolivariana, y 53 heridos; y muchas viviendas afectadas.
El coordinador nacional del Comando Venezuela, Leopoldo López, dijo: “Nunca debió ocurrir este accidente. Esto corresponde a la negligencia” Así mismo el opositor Iván Freites, Secretario de Profesionales y Técnicos de la Federación Unitaria de Trabajadores Petroleros de Venezuela y Secretario General del Sindicato Único de Trabajadores Petroleros del estado Falcón, el opositor Freites conversó en exclusiva con Noticias24 sobre la situación que hace que el país amanezca con un nuevo problema. “Desde finales del año pasado nosotros hemos venido denunciando la cantidad de eventos que están pasando en el centro refinador Paraguaná y las refinerías del país”, otro trabajador perteneciente a la oposición venezolana José Bodas, secretario general de la Federación de Trabajadores Petroleros, exigió a Pdvsa que se invierta en el mantenimiento de la industria petrolera, debido a que la desinversión ha traído como consecuencia “aumento de las tragedias”. También dijo este apátrida de José Bodas, “Textualmente, “primero es el partido y el Gobierno que las instalaciones”, pues estamos en año electoral y la carrera al 7 de octubre debe ganarse “como sea”. Que cagada lo de este apátrida, como celebra la muerte de estos compatriotas. Esta canalla oposición apátrida, aunque de los diente para afuera, digan que lamenta lo ocurrido; por dentro están celebrando de lo lindo, por esta desgracia que enluta a todo el pueblo venezolano.
Desde los primeros minutos después de ocurrida la tragedia, el Candidato de la Patria, en su condición de Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Hugo Rafael Chávez Frías, tomo el toro por los cachos, y desde el primer momento se encuentra dirigiendo, y junto con el equipo de Gobierno, las operaciones de rescate y atención de las víctimas de esta tragedia, conjuntamente con las víctimas que fueron productos de las lluvias en la población de Cumanacoa, estado Sucre. Para nadie es un secreto camaradas, y asumo mi responsabilidad que el accidente en la refinería de Amuay en Falcón, podría tratarse de un SABOTEO previo a las elecciones presidenciales. Así sucede en política. Pero sobre todo cuando frente a alguna situación de difícil realidad, la oposición venezolana busca aprovecharse del sufrimiento de los venezolanos, para beneficio propio y para lo cual emplea recursos asociados con la maldad, el terrorismo, la intriga y la alevosía. Esta oposición venezolana, inundadas de carroñeros, cuyo modo de vida supera en capacidad al de los animales.
Es absurdo pretender creer en un modelo neoliberal de país, que esconde la oposición, pero que poco a poco se va develando (David De ‘Lima). Es una fábula, que a diario pretende CAPriles Radonski, meterles a la fuerza a los venezolanos a través de mentiras. Por más brillante que esta fabula pueda ser, expuesta a los ojos de la opinión pública sin ningún correlato con la realidad y sin tener un proyecto de país, que plantee cambios sustanciales en la sociedad venezolana, que no sean los expuesto por nuestro comandante presidente Hugo Rafael Chávez Frías. No resulta sorprendente que desde las usinas opositoras, no las que se encuentran fuera de los partidos políticos sino aquellas otras, las decisivas, que funcionan desde el engranaje mediático; se busque transformar la tragedia de la Refinería Amuay, con sus muertos irredimibles y el inmenso dolor de sus familiares, en la tan deseada fisura por la que entrarle al Gobierno tratando de herir el corazón de los venezolanos.
Así lo hacen los apátridas e intelectuales orgánicos de la oposición, de haber no sólo extraviado el rumbo sino, fundamentalmente, de haber perdido el hilo de su propia ficción desnudando su supuesta irrealidad. Ha regresado, con nuevos bríos, al argumento de la impostura pero, ahora, con el agregado de la puesta en evidencia, así lo sostienen, de la estructura inverosímil de un relato, que se hace añicos ante la realidad que vivimos los venezolanos, y que viene a desmentir nefasta declaraciones de estos apátridas. La oposición venezolana, cree haber encontrado, el flanco débil con este acto terrorista, la zona de zozobra que, hasta ahora, les había resultado inhallable. Hace poco, se acurdan ustedes: (El desabastecimiento, el falso aumento de gasolina, las cárceles de Venezuela, la inseguridad… entre otras cosas). Sin rubor ni pudor alguno buscan sacarle rédito a la tragedia de la Refinería de Amuay. Por lo largo y catorce (14) años, nuestro comandante presidente ha realizado una profunda y decisiva transformación cuyo horizonte principal ha sido y sigue siendo reconstruir la memoria efectiva de la igualdad junto con la reinvención de la palabra política después de décadas cuarta republicanas de hegemonía neoliberal.
Desprecio, altanería de clase y diversas formas de la injuria antipopular se cuelan por ese tipo de argumentación. Hay una distancia, a veces ínfima y otras mayúscula, entre el “accidente”, asociado a la “fatalidad”, y la tragedia ligada a la profecía auto cumplida. El espanto de la 1:10am del sábado 25 de agosto de 2012, en la refinería de Amuay, se vincula más a la segunda que a lo primero aunque el diablo siempre meta la cola (Uribe Vélez). Pero para que lo pueda hacer es necesario que se le faciliten las cosas. El horror de lo “imprevisto” exige, al político audaz y comprometido con el pueblo venezolano, actuar con prestancia, con determinación y con inteligencia haciéndose cargo de las causas de esta “tragedia” que no debía haber ocurrido pero ocurrió. Ante las dificultades que siempre ha estado presente en estos catorce (14) años de gobierno revolucionario; se templa la potencia de una política que precisamente se ha caracterizado por enfrentarlas sin complejos, con ideas y con coraje. La tragedia de la refinería de Amuay se ha convertido en un enorme desafío para quienes hemos venido transformando al país de acuerdo a una política de reparación, de reconstrucción de derechos y equidades que no pueden quedar encerradas entre la desgracia de la refinería de Amuay que podría tratarse de un SABOTEO que se devoró la vida de una veintena de venezolanos.
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Solo el pueblo salva al pueblo.
Patria Socialista o Muerte… VENCEREMOS.
