Pero, ¿En qué consiste esta nueva teoría, a punto ya de ser un paradigma oposicionista? La Teoría del "jalabolismo" expresa el sentimiento de la clase social burguesa sobre la clase obrera, de odio y desprecio cuando la clase obrera decide no ser "jala bolas" de la clase explotadora, y decide tener un gobierno obrerista y laborista, que no sólo pretende responder a las exigencias reivindicacionista de los trabajadores, sino, se plantea el cambio del modelo de producción y propiedad con una visión colectiva.
La teoría del "jalabolismo" del candidato Capriles expresa que quienes han decidido en algún momento apoyar a Chávez, son unos "jala bolas" porque no están dispuestos a estar controlados y ser sumisos ante los dueños de los medios de producción privados, y desean ser parte integral de la propiedad social de los medios de producción que garantiza el proyecto socialista que se desarrolla en nuestro país.
Para el padre de la teoría del "jalabolismo" aquellos que participaron en el simulacro electoral son unos "jala bolas" si respondieron al llamado del PSUV a participar en un ejercicio plenamente democrático, pero mejor aún, no ser "jala bolas" es haber participado en el golpe del 11 de abril, haber saboteado la industria petrolera en el denominado "paro petrolero", no haber participado en las elecciones a la Asamblea Nacional en el 2005, y estar de acuerdo con las políticas que desarrolla Rajoy en España, o entregarse plenamente a los EEUU, el FMI y el Banco Mundial.
Sin duda, en el marco de cualquier práctica política, el riesgo de que hayan "jala bolas" siempre estará presente, y no dudo que al lado de Capriles o de Chávez pueda haber de este tipo de personas, pero haber despreciado a la clase social obrera y trabajadora, parte de la Administación Pública, merece no sólo la respuesta del candidato Chávez, con la que estoy plenamente de acuerdo, aún a pesar de que no todo el tiempo estoy de acuerdo con los términos descalificativos que utiliza, sino, estoy convencido que merece el desprecio de todo aquel que aunque no sea chavista, tenga conciencia de clase, tenga un familiar que trabaja en la Administración Pública, o simplemente tenga 4 dedos de frente y tenga dignidad.
En cuanto al simulacro, estoy convencido que ha sido una respuesta de dignidad ante la ofensa y el desprecio de Capriles a los trabajadores venezolanos, y aunque el resultado no implica una victoria electoral, si de cada 10, 7 fueron a apoyar el llamado del socialismo, creo que eso evidencia la fuerza organizativa de un sector del país que Capriles llama "jala bolas".
@NicmerEvans
