La actual coyuntura electoral y el papel que desempeñan medios y profesionales de la comunicación, conducen a reflexionar sobre su formación y capacitación para participar activamente en procesos políticos de transformación.
A tal fin, y dada la confrontación que tendrá lugar el 7/0 entre dos modelos de sociedad, resulta pertinente revisar el papel que los medios de comunicación cumplen en un sistema capitalista. En este modelo se insiste en la articulación -capital, Estado, sociedad- a los fines de que el proceso económico y la dominación puedan ejercerse de forma relativamente pasiva y sin que se genere resistencia ante la relación de sujeción-dominación. Y es allí donde cobran verdadera importancia los medios de comunicación, en tanto articuladores de las relaciones entre capital, Estado y sociedad, por cuanto llevan a cabo simultáneamente dos funciones vitales para el sistema: la económica de publicidad y la de propaganda política.
La función de publicidad pretende la reproducción económica del sistema. Mientras que la de propaganda política persigue la legitimación de las estructuras de poder y, en ese sentido, los medios se desempeñan como maquinarias de propaganda. Maquinaria al servicio de la comunicación política que el Estado y los sectores hegemónicos de la sociedad necesitan tener con la población, a los fines de legitimar la relación de sujeción y dominación.
En ese orden de ideas, las industrias de la comunicación, en tanto vehículos de la publicidad, reproducen el estilo de vida y el modo de consumo acorde a las necesidades del gran capital transnacional, al cual las industrias nacionales de comunicación sirven en calidad de vehículos de la publicidad. Y dado que la competencia entre los grandes capitales ya no se da a través de la reducción de precios sino por diferenciación de productos, la publicidad se convierte entonces en una necesidad del capitalismo. Así, los grandes medios de comunicación sirven en ese modelo para estimular el consumo masivo y acuden a la segmentación de los públicos, a través de formas de comunicación dirigidas a sectores específicos.
Más allá de superar la comunicación manipuladora de mercado, el gran reto es desmontar las relaciones entre capital, Estado y sociedad, a cuyo servicio se encuentran determinados medios de comunicación social.
¿Cómo dar el salto hacia una comunicación para el cambio y la transformación social?
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