Como en Caracas el pueblo no era partidario a los planes del general Páez para la separación de Venezuela de la Gran Colombia, ni menos del desconocimiento de la autoridad del Libertador Simón Bolívar, en el documento probatorio más contundente de su traición a éste Páez fija como sede del Congreso Constituyente la ciudad de Valencia, por ser sus habitantes más prominentes favorables a la gran oligarquía nacional y por haber ella convencido a Páez a ser uno más de los suyos. A continuación algunas notas de las deliberaciones del Congreso Constituyente de 1830, instalado el 6 de mayo en La Casa de la Estrella, Valencia, en donde su contenido certifica de forma rotunda la traición de personas bajo el patrocinio y ambiciones del general Páez; hombre que había sido tremendo revolucionario y aguerrido patriota en las peligrosas acciones desarrolladas en pro de la independencia de Venezuela.
EL 2 DE JUNIO, DESPUÉS DE NUMEROSAS DISCUSIONES, EL CONGRESO ENVÍA UN OFICIO AL DE BOGOTÁ EN EL QUE INFORMA SOBRE SU INSTALACIÓN Y SEPARACIÓN DE LA GRAN COLOMBIA, EN ESTA MISMA MISIVA SE ASIENTA QUE HA DECIDIDO ENTRAR EN CONTACTO CON QUITO SOBRE TEMAS QUE LES SON COMUNES, PERO CONDICIONA CUALQUIER RELACIÓN A LA NO PERMANENCIA DE SIMÓN BOLÍVAR EN SU TERRITORIO. A ESA PROPOSICIÓN DEL 28 DE MAYO, HECHA POR ÁNGEL QUINTERO, SÓLO SE OPUSIERON JOSÉ MARÍA VARGAS Y MANUEL URBINA. VARGAS PLANTEÓ EN SU ARGUMENTACIÓN QUE, SEPARADA COMO SE HABÍA DECLARADO VENEZUELA, NO TENÍA DERECHO A INTERVENIR EN LOS ASUNTOS INTERNOS DE OTRO PAÍS. Se recibió una correspondencia de Pedro Carujo en la que elogiaba el atentado del 25 de Septiembre de 1828, en Bogotá, en el que había participado, y se lamentaba de que no hubiera tenido éxito. En la discusión sobre un decreto de amnistía en favor de los culpables de ese atentado, decreto que fue aprobado pese a que no había detenidos, varios diputados pronunciaron discursos contra Bolívar y llegaron a justificar el tiranicidio. Salvaron su voto José María Vargas, Miguel Peña y Pedro Pablo Díaz. Los 3 considerandos del decreto dicen así:
PRIMERO: NO SIENDO JUSTO QUE CUANDO VENEZUELA HA RECOBRADO SUS DERECHOS EXTINGUIDOS Y USURPADOS POR EL DICTADOR SIMÓN BOLÍVAR, PERMANEZCAN EN PRISIÓN Y EXPULSADOS AQUELLOS CIUDADANOS QUE CON SUS HECHOS Y OPINIONES PRETENDIERON LIBERTAR LA REPÚBLICA DE LA INICUA OPRESIÓN QUE SUFRÍA; SEGUNDO: TENIENDO PRESENTE QUE EL RESTITUIR A ESOS MISMOS CIUDADANOS AL GOCE DE TODOS SUS DERECHOS ES UN ACTO DE PURA JUSTICIA, POR EL CUAL NO SE DESTRUYE NI SE DEBILITA EL PRINCIPIO SAGRADO DE QUE NO PUEDE ATENTARSE CONTRA EL GOBIERNO ESTABLECIDO, PUES ESTO SE ENTIENDE CUANDO SE CONSERVA EL SISTEMA Y FORMAS ADOPTADAS AL CONSTITUIRSE UNA NACIÓN O ESTADO; TERCERO: Y CONVENCIÉNDOSE DEL PRONUNCIAMIENTO DE LOS PUEBLOS DE VENEZUELA QUE LOS EXPRESADOS CIUDADANOS NO OPINARON NI OBRARON CONTRA ESTE SANTO PRINCIPIO, JUSTIFICÁNDOSE SU CONDUCTA HASTA CON LA MISMA INSTALACIÓN DE ESTE SOBERANO CONGRESO, POR LO TANTO SE PUSIERA EN ABSOLUTA LIBERTAD A TODAS LAS PERSONAS QUE SE HALLASEN DETENIDAS CON MOTIVO DEL SUCESO QUE TUVO LUGAR EN BOGOTÁ LA NOCHE DEL 25 DE SEPTIEMBRE DEL AÑO 28, RESTITUYÉNDOLAS AL GOCE DE TODOS LOS DERECHOS DE QUE GOZABAN ANTES, Y QUE VOLVIESEN AL PAÍS DE QUE HABÍAN SIDO EXPULSADOS POR CAUSA DE LA LIBERTAD.
A fines de mayo, José Tadeo Monagas es nombrado comisionado del Congreso y del Poder Ejecutivo para conjurar el levantamiento de varios pueblos de la provincia de Caracas en contra de la separación, hecho que culmina con el Convenio de Paz de Unare, que el Congreso aprueba en cuanto a indulto de los rebelados, garantías a los mismos, otorgamiento de pasaportes para los que quisieran abandonar el país y decreto de amnistía. El 4 de junio aprueba el Congreso que el Gobierno actúe enérgicamente para impedir una invasión de Venezuela desde la Nueva Granada y que, en caso de guerra, el cuerpo provea los recursos necesarios.