Ahora que vivimos en revolución, todos sabemos que en Venezuela, muchedumbres de rostros alegres y danzando al son de canciones revolucionarias se aprietan en las calles y las plazas cada vez que se anuncian elecciones. Cuando el comandante Chávez visita alguna región del país o con sólo presentarse al público en cualquier parte y por la razón que sea, todos quieren tocarlo y besarlo, mientras algunos y algunas lloran de contentos. Rostros sudorosos y sonrientes de hombres y mujeres de todas las edades corean a voces, ¡Chávez te queremos, Chávez te queremos! Mujeres embarazadas escriben con pintalabios rojo en sus abultados abdomen con 7 u 8 meses de gestación ¡Chávez te amo!, indicando al presidente que la criatura que lleva en sus entrañas desde el vientre quiere al comandante. Otros visten gorras y camisetas estampadas con la frase CHAVEZ CORAZON DEL PUBLO. Slogan muy bien traído por publicistas y quizás por el mismo comandante Chávez porque toitomundo sabe que el presidente también ama a su pueblo y el viejo dicho dice: amor con amor se paga.
El venezolano está aprendiendo a pagar ese amor, porque sabemos que más de un 70% de la población ama al comandante presidente. Pero el deber de todos, es cucurutear en nuestros pensamientos, para saber con todos los saberes si ese amor muto que sentimos es real o es una emocional manera de repetir lo que también otros pueden decir sin sentir una bagatela.
El venezolano no debe olvidar que en el golpe de Estado que pretendieron los oligarcas en 2003, también se escucharon voces que dijeron: ¡te queremos Pedro! Razonamos para entonces que, los oligarcas también aman a los suyos y la bagatela amorosa que gritaron por Pedro Carmona Es-tanga, salió de sus gargantas con toda la conciencia inconsciente que caracteriza a hombres y mujeres de la derecha en cualquier parte del mundo.
Y cuando vamos a lo que vinimos, tratemos de discernir ese amor que el pueblo realmente siente por nuestro presidente y advertir que, ¡te queremos Chávez! no es suficiente, le falta algo de sazón, porque el amor para que sea amor, debe comenzar por quien dice o grita que ama. En las personas de todas las condiciones lo vemos con claridad; sólo comenzamos a ver y sentir al otro, cuando respetamos y sentimos alta estima por nuestra integridad en todos los aspectos, o para que suene más criollo, sentir amor por uno mismo en primer lugar.
Cada vez que leemos o nos recuerdan frases bíblicas o de otra índole como: “Amaos los unos a los otros” o, la más comprometedora que dice: “ama a tu prójimo como a ti mismo”, debemos reflexionar, desde el mismísimo comandante Chávez pà bajo, que la cosa no es tan sencilla y por lo consiguiente, enseñar lo que significa el amaos, los unos y los otros, tu prójimo y a ti mismo, comienza en lo que pensamos de nosotros mismos, así sean hombres y mujeres muy profesionales o con altos cargos en la administración del Estado Socialista venezolano. Y en estos personajes es cuando debemos razonar si realmente el amarse tiene validez, cuando vemos al funcionario de alta preparación académica que tiene el coraje de accionar actos fraudulentos. Una persona de este tipo que cometa cualquier “desliz” administrativo, indefectiblemente no se ama y mucho menos al comandante Chávez y al pueblo.
El amaos los unos a los otros lo veremos muy pronto, cuando el Estado comunal sea un hecho en toda Venezuela y gran parte del mundo. Estamos seguros que la humanidad camina en esa dirección. Pero el “ama a tu prójimo como a ti mismo”, ese si es el problema, porque, ¡Te quiero! suena bien cuando quien lo dice se ama con toda su mente y con toda su alma. ¿El venezolano se ama así mismo primero?
El a ti mismo, significa reciclar los pensamientos dañinos y cuestionar los pensamientos burladores, inoficiosos, fantasiosos, encriptados por terceros por la televisión burguesa, las películas, las no-velas y toda la contracultura humanista. El a ti mismo significa amarse en todos los aspectos y tener libertad para saber interpretar que el LIBRE ALBEDRIO comienza en saber pensar y no en creer que son las acciones que hacemos conscientes o inconscientemente. Eso significa el LIBRE ALBEDRIO, libertad de usar el pensamiento. No se olvide que para toda acción que ejecutemos para otros o para sí, es primero el pensamiento.
¿Qué tiene que ver el amor con el pensamiento? Pues todo, porque el amarse comienza cuando pienso bien de mi mismo para saber amar a mi hermano de cualquier condición, cuando tengo todo el cuidado de revisar lo que estoy pensando. ¿Cuántas personas saben que por la mente de cada uno pasan aproximadamente un promedio de 10 mil pensamientos en las 24 horas del día? ¿Cuántas personas saben que el 90 por ciento de esos diez mil pensamientos son autentica basura?
¡Te queremos Chávez! no es suficiente, y es basura que transita por los pensamientos de muchos venezolanos, aunque lo griten con toda su garganta; sus acciones nos dicen que la estima por nuestra revolución, por el Consejo Comunal, por las instituciones, por los beneficios que a diario recibimos, por el educarse y adiestrarse en su forma de pensar y evaluar el amor que pueda sentir por nuestro líder y la patria completa, no se siente real, porque una gran mayoría no se ama a sí mismo y no lo cuestiona consultado sus pensamientos. Y cuando se trata de hombres y mujeres profesionales o con altos cargos en la cosa pública, con más razón todavía.
En alguna parte leímos que: “Un hombre instruido en la ciencia y en la conciencia (el pensamiento) y un pueblo ignorante de su forma de pensar, puede engañársele y auto-engañarse con la superstición y hacérsele servil”.
¡Chávez y Venezuela trabajan por la humanidad!
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