Continúan las muestras de desesperación de la derecha en el Táchira lo cual se refleja en la desmesurada guerra sucia en los medios,en los cuales aparecen voceros acusando al candidato de la Revolución de narcotraficante, pretendiendo vincularlo con el convicto y confeso Walid Makled, tales prácticas son propias de quienes se saben derrotados, por otro lado en paginas enteras de los periódicos regionales aparece como argumento, en un intento para que el en pueblo del Táchira se trunque lo que ya es una decisión tomada, la necesaria gestión del Capitán Vielma Mora cuando se desempeñó como Superintendente del SENIAT que era antes de su llegada un caos de enormes dimensiones, una anarquía ilimitada en la que la practica que imperaba era la evasión tributaria que permitía que los ricos de este país no pagaran impuestos, los cuales se limitaban a una minoría conformada por los empleados públicos, militares y unos cuantos comerciantes honestos, por lo cual en una demostración de eficiencia, el futuro gobernador aplicó medidas previstas en las leyes y logró establecer una nueva cultura tributaria que es ejemplo para muchos países del mundo y que vino a representar una importante fuente de ingresos para el fisco nacional.
Pero esta gente de la derecha tachirense, viene con sus argumentos que quieren presentar esa eficiente labor como una manía persecutoria, contra empresas y comercios, lo que quiere decir que con ellos, y si no hubiese llegado Vielma Mora, en este país llegaría el día en que nadie pagaría sus impuestos con el consiguiente perjuicio para la Hacienda Pública.
Por el contrario, ahora existe una conciencia entre quienes generan riqueza, de que tienen que cumplir las leyes y ya es muy raro ver comercios sancionados, lo cual es producto de una excepcional gerencia que VIELMA MORA, con toda seguridad reflejaría aquí en el Táchira, cuando esté al frente de la Gobernación.
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¿Amnistía o impunidad?
Cuando los venezolanos decentes, los verdaderos, que queremos este país, que sentimos la revolución como nuestra y respetamos a su líder, rememoramos lo sucedido hace diez años y vemos a través de los medios públicos televisivos, documentales sobre los terribles hechos que casi lo arruinan, cuando recordamos las escenas del odio más exacerbado y la violencia contra quienes se oponían al paro criminal, no podemos pensar en otra cosa que no sea el que se haga justicia y que por ningún motivo los responsables de tamaña canallada, sean beneficiados con un perdón que con seguridad desean, para estar más cerca de poder seguir conspirando y dando rienda suelta a su odio, para que de nuevo regresemos a etapas que creemos ya superadas.
Algo que la oposición venezolana ha opuesto en el tapete es la posibilidad de una Ley de amnistía para los criminales del 2002 y con el descaro de que pretenden ser ellos quienes redacten dicha Ley, como si pudiésemos olvidar tan fácilmente a los protagonistas de hechos tan terribles, en lugar de que por el contrario quienes son culpables y aparecen hace diez años llamando a destruir la Patria, paguen sus fechorías para que se siente un precedente de que delitos tan graves no puede quedar impunes.
Pienso y creo que conmigo millones, el gobierno revolucionario debería consultar al pueblo sobre si acepta o no una amnistía, por ejemplo a favor de Carlos Ortega, Camona Estanga, los dos Fernández el de FEDECAMARAS y el de Gente del Petróleo, los militares de Altamira y todos aquellos quienes fueron protagonistas de algo que solo se concibe en mentes retorcidas por el odio y por la ambición de poder, en lugar de una medida de amnistía que quienes la solicitan, deberían más bien pedirle a los prófugos ponerse a derecho y aceptar que cometieron graves delitos que claman justicia.
saulmolina2006@gmail.com
