El Comandante, con apenas anunciar que se va someter a otra intervención quirúrgica en la Habana, ya hizo su primer Milagro en la ciudad de Mérida. Logró sacar de sus casas a personas, que como Lázaro, dábamos por muertas para la revolución.
Gente que había dejado el mundo de la acción revolucionaria, decepcionados o cansados del quehacer de los gobernadores, alcaldes y diputados, que prometieron y no cumplieron; que aparecieron en cada campaña electoral cambiando espejitos de vidrio por el “oro del voto”, como mercaderes y engañadores de oficio. El Pueblo, que se había quedado quieto, porque les cerraron las puertas para ejercer El Poder Popular y fueron excluidos, hoy se “levantaron y anduvieron hasta la Plaza Bolívar” , para pedir, orar y dar buenas vibras por la salud de su Presidente.
Todos estábamos compungidos, caras mostrando tristezas por las noticias recibidas. Unos fatalistas, otros desconfiados, pero la gran mayoría, seguros de que este proceso revolucionario es indetenible, nos lanzamos a las calle para testimoniar que ya tenemos Patria y que Chávez es el corazón del Pueblo.
Hemos sido testigos que a todas las conmemoraciones, convocadas por el PSUV y el Gobierno Regional, durante los últimos cuatros años, solamente el funcionariado asalariado ha hecho acto de presencia en la Plaza Bolívar de Mérida. Militares y Policías en los actos del 4F o del 13 de Abril es lo que hemos visto. La ausencia de pueblo ha sido notoria.
Hoy sucedió El Milagro, Chávez hizo el Gran Milagro de levantar y poner andar a ese su pueblo, excluido de las celebraciones oficiales, a pedir colectivamente por su salud y por la continuidad del Proyecto Socialista.
Chávez, que seguramente morirá después de haber celebrado los 200 años de la Batalla de Carabobo, nos tocó el corazón y la razón para hacernos dar cuenta que él no es inmortal y que nosotros somos también responsables del futuro de la patria que nos está ayudando a construir desde hace mas de 20 años.
Los que estábamos en la mañana de hoy, pidiendo a viva voz por la salud del Comandante Presidente, le dábamos gracias a él por habernos legado el sentido de Patria que habíamos perdido como pueblo y juramos que él si sentirá haber labrado en tierra fértil y no en el mar; que nosotros y nuestros hijos recogeremos la cosecha de esa siembra por él realizada y seguirá haciendo en el suelo de la Patria bonita, producto de sus sueños y sus delirios de llanero en las sabanas del Arauca vibrador.
Comandante, Pal ante Comandante, viviremos y venceremos con usted al frente ¡ A Ud. no le corresponde la decisión de Morir o Vencer¡. En esa decisión está incluido todo este pueblo que le ha seguido, acompañado y amado como líder.
Juanveroes64@hotmail.com