"No es que hay dos Congresos. ¿Cómo fomentarán el cisma los que conocen más la necesidad de la unión? Lo que queremos es que esa unión sea efectiva y para animarnos a la gloriosa empresa de nuestra libertad; unirnos para reposar, para dormir en los brazos de la apatía, ayer fue una mengua, hoy es una traición. Se discute en el Congreso Nacional lo que debiera estar decidido. ¿Y qué dicen? que debemos comenzar por una confederación, como si todos no estuviésemos confederados contra la tiranía extranjera. Que debemos atender a los resultados de la política de España. ¿Qué nos importa que España venda a Bonaparte sus esclavos o que los conserve, si estamos resultados a ser libres? Esas dudas son tristes efectos de las antiguas cadenas. ¡Que los grandes proyectos deben prepararse con calma! Trescientos años de calma ¿no basta?. La Junta Patriótica respeta, como debe, al Congreso de la nación, pero el Congreso debe oír a la Junta Patriótica, centro de luces y de todos los intereses revolucionarios. Pongamos sin temor la piedra fundamental de la libertad suramericana: vacilar es perdernos.”
Discurso de Bolívar ante la Sociedad Patriótica 4 de julio De 1811
Muy acertado el símil que utilizo el camarada Diosdado, para ilustrar la deshumanizada alegría de ciertos personajes de la oposición ante la enfermedad del comandante, quienes en sus sádicas mentes la convierten, en una “posibilidad” de regreso al poder, ¡OH, dragones de Comoro¡ tu baba venenosa ha perdido su potencia para contaminar al pueblo. Sus ansiedades malsanas les provoca involuntarios rictus en sus sonrisas, desnudando sus codicias; las que chocan contra un pueblo, ya adulto en su interés colectivo y empoderado en defender la continuidad de este proceso de transformación, razón por la cual seguirá con disciplina revolucionaria la indicación del comandante, de acompañar al camarada Nicolás Maduro para continuar el proceso y alcanzar la victoria de la revolución bolivariana.
¡Pa’lante Comandante¡
Marta Ortega
“Y vosotros, americanos, que el error o la perfidia os ha extraviado de las sendas de la justicia, sabed que vuestros hermanos os perdonan y lamentan sinceramente vuestros descarríos, en la íntima persuasión de que vosotros no podéis ser culpables, y que sólo la ceguedad e ignorancia en que os han tenido hasta el presente los autores de vuestros crímenes, han podido induciros a ellos. No temáis la espada que viene a vengaros y a cortar los lazos ignominiosos con que os ligan a su suerte vuestros verdugos. Contad con una inmunidad absoluta en vuestro honor, vida y propiedades; el solo título de americanos será vuestra garantía y salvaguardia. Nuestras armas han venido a protegeros, y no se emplearán jamás contra uno solo de nuestros hermanos.”
Decreto De Guerra A Muerte, 15 de junio de 1813
Simón Bolívar
martaortega4@gmail.com