Los resultados de las elecciones del pasado 16D son paradójicos: un total de 583.660 votos para Capriles Radonski, el candidato de la ultraderecha, frente a 538.549 votos de Elías Jaua, candidato de la Revolución Bolivariana. Lo anterior ilustra claramente los errores en los cuales ha incurrido la revolución, muy a pesar de la imagen del Comandante Hugo Rafael Chávez Frías y la sorprendente inversión que este gobierno ha destinado en el estado Miranda. Se traduce en que el partido no ha tenido direccionalidad de cara al fortalecimiento de la Revolución.
La acción que este gobierno ha desplegado en materia social desde que el Presidente de la República ganó las elecciones en el año 1998, difícilmente puede ser ilustrarse sin que se considere al estado Miranda, por tratarse de una región en donde nació la revolución popular con las políticas de inclusión y atención a los pobres, a través de las misiones: la Misión Barrio Adentro, donde los sectores populares facilitaron alojamiento en sus precarias viviendas a las primeras avanzadas de médicos cubanos y a un reducido grupo de venezolanos para prestar atención integral a la población. Asimismo, la misión Robinson, misión Ribas y misión Sucre las cuales tomaron los caseríos y barrios del estado Miranda para amilanar uno de los principales flagelos de la dominación, léase la ignorancia. Todas estas misiones fueron exitosas como política de Estado al punto que han sido reconocidas por el mundo entero ante organismos como la ONU y la UNESCO, como verdaderas políticas de dignificación e inclusión social.
Sin embargo, debemos decir que el éxito de las misiones no se debió a que fue el partido de gobierno el que facilitó su andamiaje para esta conquista, pues el partido no existía. Lo que existía era una maquinaria electoral, no muy distinta a la situación actual del PSUV, encargada de buscar el voto. Ante esto las Misiones demostraron que su éxito se debió por contar con una fuerte direccionalidad en cabeza del Comandante Hugo Chávez y una oleada de pueblo que ofrendó con su esperanza y credo de distintas formas una labor sin cuartel, para garantizar el triunfo que no tardó en llegar.
Miranda no solo es un territorio más de Venezuela. Miranda constituye uno de los principales reservorios de diversidad cultural. La misma que recientemente nos hizo acreedora, por parte de UNESCO, de nuestro primer patrimonio cultural inmaterial de la humanidad: los diablos danzantes de “Corpus Christi”, los cuales también constituyen una expresión de resistencia a la colonialidad, la misma que abrazan los sectores de derecha, dispuestos siempre a renunciar a su Patria. Estas expresiones del pueblo que hacen vida en Miranda y comparten espacio con otras como los tambores, San Juan Bautista, la Cruz de Mayo, entre otras, expresión de resistencia de los esclavos ante la dominación, y que lejos de ser un placer para la burguesía constituyen una clara señal de conquista -que nunca pudieron ser calladas- y que fueron obra de un pueblo que creyó en sí… Ahora nos toca escuchar a ese pueblo para aprender de ellos, tanto el partido como el gobierno.
Los resultados obtenidos por el ala de la revolución exponen nuestras conquistas históricas. No obstante esa realidad, hoy podemos afirmar que Miranda está en manos del Este del Este por nuestros errores. Sólo basta ver cómo hoy los principales Municipios donde se hospedan los estratos de la clase media y clase media alta determinaron el destino electoral del estado Miranda. Es el caso del Municipio Baruta, donde la ultraderecha representada por Capriles Radonski, obtuvo 110.917 votos, lo que representa el 81,83% frente a 24.468 votos obtenidos por Elías Jaua, que representa el 18,05%. En Chacao Capriles Radonski obtuvo 38.522 votos, equivalente al 84,62%, mientras que Elías Jaua apenas consiguió 6.931 votos (15,22%). Por su parte, en el Hatillo Capriles consiguió 26.349 votos que representan el 84,25% frente a 4.915 votos (15,70%) de Elías. En el Municipio Los Salias, la ultraderecha obtuvo 28.179 votos que representan el 77,20%, frente a 8.216 votos (22,50%) obtenidos por Elías. Ante este escenario vale formular la siguiente interrogante ¿será que la burguesía y sus asimilados constituyen la mayoría en el estado Miranda? O como bien una vez lo señaló el comandante Fidel Castro Ruz, en Venezuela no hay seis millones de oligarcas.
Esto debe alertarnos, ya que los triunfos que hemos alcanzado en la inclusión social y el combate contra la pobreza en Miranda, a través de las Misiones, no ha tenido el mismo eco en el ámbito político. Por el contrario, los reiterados errores hoy ponen en peligro las conquistas sociales, a partir del reseteo de la Revolución en Miranda y hacer de las personas una suerte de zombis de sambil. El escenario anterior invita a la revisión, revisión y reestructuración del PSUV, debido a que lo ocurrido en este estado no debe llevarnos a vacilar. Si no tomamos los correctivos a tiempo, en los próximos eventos que se avecinan Miranda seguirá en manos del este del este, sus verdugos.
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