No soy ignaro económico, pero si soy conciente de mis carencias a nivel del manejo micro y macroeconómico nacional. Como muchos, soy un economista “formado” del empirismo diario, de esa economía doméstica y colectiva que nos envuelve en nuestro quehacer, la que hurga en nuestros bolsillos, la que desmotiva el crecimiento nuestras cuentas positivas y magnifica las cuentas por pagar. Es la economía que aplicamos en la diaria persecución de precios y las pesquisas por encontrar los productos desabastecidos por la usura y el acaparamiento. Es la economía que nos permite deducir y comprender sin la utilización de complicadas integrales, el índice inflacionario mensualizado, acumulado y preveer el anualizado que nos da como parte mensual el profesor Elías Eljuri. Es por ello que haré algunas consideraciones sobre este tema, de la manera más sencilla. Y mas que aporte, son vacilaciones de mi confuso desconocimiento de algunas situaciones que de forma inexplicable siguen y siguen pasando en nuestra patria, a pesar de las reiteradas llamadas de atención que ha hecho a lo largo de todos estos años de revolución, el Camarada Chávez. Empecemos pues:
1) ¿Que ha pasado con la pretendida ley que regularía la venta y distribución de los vehículos familiares o de uso particular? No es posible que no se “consigan” vehículos en las concesionarias o que tengas que inscribirte en una enorme lista y que para acceder a un carro (con sobre, sobre, sobre-precio) lo más pronto posible, tengan que “mojarle” la mano a los vendedores o vendedoras. De igual manera, pueden ver en la Internet, en los clasificados de los periódicos y en otros medios, la gran oferta de los vehículos que no “aparecen” y están en venta con precios que rondan el millón de bolívares fuertes y los mas “baraticos” (sedan familiares pequeños, motores 1.6 y de cuatro cilindros) en mas de 250.000. Y eso está a la vista de todos de manera descarada, no es ningún “mercado negro oculto” y ni son los Toyotas del especulador de Guillermo Zuloaga, son todos. Y lo peor, los carros promovidos por nuestro gobierno van en las mismas dos vías: la vía lenta para conseguirlo y la rápida para aumentarlos.
2) ¿Hasta cuando tendremos la gasolina mas barata del mundo? Antes era como un orgullo, ahora da como vergüenza. El pueblo venezolano está conciente de esto y el Gobierno Revolucionario debe ampliar está conciencia a través de la información del enorme y pesado subsidio que quebranta las arcas del estado con el combustible a menos de 2 céntimos de dólar (dólar legal) el litro y que se puede recaudar y recuperar parte de este enorme y volátil gasto, para la inversión social. ¿El costo político? Tenemos aquí en el Zulia un ejemplo de las facturas eléctricas y la gente protestando pagó con todo y sus molestias, porque a regañadientes pero con conciencia comprendió que había que hacer esos ajustes y el pueblo votó por el Camarada Chávez con confianza sin menoscabo de su aceptación o popularidad. Y aquí hay que ver, que se gasta más en electricidad, que en gasolina. Por eso, no puede ser que por un bolívar fuerte nos dan más de diez litros de gasolina de la más “buena y cara” ¡Qué barbaridad! En nuestro país el combustible no debe y no es costo de producción en estos momentos, para que los especuladores digan que el aumento de unos pocos céntimos al litro, va incidir de manera importante y porcentual en el incremento de los precios de los productos. Creo que moral y económicamente hay que hacerlo. Digo yo.
3) Siguiendo con el tema de la gasolina ¿Hasta cuando ese desabastecimiento, no solo en la frontera, sino en ciudades distantes de ellas? En todo el Sur del Lago de Maracaibo por ejemplo, vemos desfilar gandolas tras gandolas llenas de gasolina y en las estaciones (custodiadas todas por efectivos de la FANB) largas, diarias e interminables colas que hacen la gente llana por un lado esperando que le echen un “poquito si hay” y los privilegiados, que no hacen cola, ni les ponen límites de consumo, pasan por el otro lado V.I.P (Gente muy importante) sin ninguna molestia y rápidamente. Esta situación ha provocado la repulsa y protesta de los habitantes de estas ciudades y han existido escaramuzas entre el colectivo y los miembros de la FANB que afortunadamente no ha llegado a situaciones más difíciles. Esta circunstancia no debe seguir, porque es tan explosiva como un tanque de gasolina, sometido a un constante calor.
4) Al igual que nuestro descarado y barato combustible, los alimentos subsidiados por el Gobierno Bolivariano desaparecen de las despensas y solo surgen en las jornadas, cuando deberían estar disponibles en los anaqueles autorizados todo el año. Pero, de la misma manera que nuestra ardorosa gasolina, estos alimentos surgen contribuyendo con la economía de nuestra hermana Colombia con los bolívares fuertes de los venezolanos que “hacen” mercado allá, porque de manera desfachatada (quisiera otro sinónimo mas grandilocuente) todos estos productos se “consiguen” y no hay escasez de ellos en tierras de Santander. Sabemos que nuestra frontera es amplia y de difícil custodia, pero esta situación es tan evidente que supera con creces la imaginación.
No se si en realidad lo expuesto encuadra dentro de mi poco promocionado conocimiento económico o de los eruditos en la materia, lo que si se, es que es un contexto que afecta ostensiblemente nuestra economía y que genera un incalculable ingreso que no ingresa a la Nación y mucho menos redunda en mas bienestar para el pueblo. Aquí si puedo decir, que el no hacer algo al respecto para revertir estos escenarios si acarreará un costo político que aun no se puede cuantificar, pero que es acumulativo. Así que, esto debería ser materia pendiente para el otro año de manera prioritaria.
Con este discernir me despido por este año, en espera como todas las venezolanas y venezolanos de buen talante (a pesar de las diferencias) que nuestro Camarada Presidente Chávez, nos acompañe a partir del venidero año a seguir la justa revolucionaria y reivindicativa de los pueblos latinoamericanos. Y como dijo el Camarada Pepe Mujica, los que puedan orar, oren por el camarada Chávez; los que no quieran o no puedan, manifiesten su solidaridad. Las palabras con afecto sanan.
Feliz nuevo año, este ya rescindió.
Sin Chávez no hay Revolución, porque Chávez es la Revolución
*Ingeniero