La oligarquía no pudo hacer nada para impedir que se cumpla la constitución, nuestro comandante sigue siendo presidente y gobierna desde donde está, desde La Habana. La solidaridad entre Cuba y Venezuela, entre todas las naciones que hemos emprendido la independencia del capitalismo es para ellos una pesadilla. Que nuestra dirigencia y los mandos del gobierno por mayoría electo el pasado 7 de Octubre vayan y vengan a la patria de Martí, les duele y más les duele que nadie en este planeta, se atreva a apoyar sus mediocres interpretaciones y maquiavélicas hipótesis según las cuales aquí está mandando Fidel y Raúl Castro, quienes han secuestrado a Chávez y juegan con el tiempo político para ir atornillando a Nicolás Maduro como sucesor y de esta manera apoderarse de nuestro petróleo y salvaguardar la economía de la isla.
Ninguna instancia del imperio se atreve a apoyar esta descabellada paranoia fascista, por lo menos de forma pública, pero si podemos intuir que el guion que le escriben a los opositores incluya algunas de estas locuras.
La visita de dirigentes como Evo, Pepe Mujica y el presidente de Nicaragua al acto de juramentación de todo un pueblo que juró ser Chávez en una manifestación del poder popular en las calles, aumenta su irritada desesperación, no puedo menos que volver a escribir aquella famosa consigna ¨Chávez los tiene locos¨.
El pueblo chavista ha sabido respetar el derecho que tiene el presidente a sanarse en la hermana república de Cuba. Ellos no soportan que no aparezca ni una foto, su abstinencia compulsiva ante la ausencia de un líder que está en tratamiento para sanar su enfermedad, realmente les afecta y vemos sus conductas disociadas tratando de crear un panorama de caos político en un país que por el contrario, marcha diariamente en su política socialista, un equipo de gobierno consolidado y unido que hace su trabajo, diría yo, mejor inclusive que cuando está aquí el presidente Chávez.
Lo que me cuesta entender es que pretende la oposición en su desespero. Quieren que se declare una falta temporal y absoluta que jamás podrá favorecerles políticamente.
El pueblo chavista ha demostrado una madurez excepcional que crece ante las circunstancias y que afrontaría cualquier situación que pudiera devenir la historia con más profundización de la revolución, con más unidad nacional y con más solidaridad y hermandad con pueblos como el de Cuba, aliado y faro de nuestra revolución.
Todo un pueblo que lo eligió por mayoría le espera y se une al canto de esta humanidad para que logre vencer esta batalla.
Los zamuros, o chulos imperialistas, son quienes están desesperados por clavar sus garras sobre nuestra patria y su petróleo con el cargamento de muerte y de miseria que llevan a todas partes. Se desesperan por ver a Chávez gobernar desde la Habana, pues bueno, que se la calen, porque este pueblo soberano no tiene ninguna prisa. Chávez ya está aquí. Chávez somos todos.
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