El significado histórico del 23 de enero

La lucha por la democracia siempre ha estado signada por los diversos enfrentamientos generados por las disimiles posturas y corrientes históricas del pensamiento que van desde la democracia formal, liberal abstracta fundada en el pensamiento socialdemócrata, demócrata cristiano, liberalismo burgués, por un lado y por otro las posiciones de la democracia fundada en el socialismo, la democracia popular; cuando se dice de la democracia abstracta, se hace referencia a los que históricamente venia ocurriendo en gran parte del continente latinoamericano, donde se instauran gobiernos que proviniendo de un resultado de las urnas en comicios quinquenales deliberadamente plantean que eso es lo que define fundamentalmente a una democracia o por lo menos las democracias formales implementadas hasta el año 1998.

La llegada a la democracia como sistema de gobierno es de larga data, vinculada a la lucha de los estudiantes universitarios de la llamada generación del 28 la asumieron como la meta fundamental; esa generación estuvo conformada por estudiantes y ciudadanos de las diversas ideas del pensamiento contemporáneo del siglo XX, quienes asumiendo todo tipo de riesgos transitaron el largo y oprobioso camino, lleno de enfrentamientos, traiciones, cuestionamientos sobre el método de lucha, pero en lo fundamental, cada cual con su formación política e ideológica.

Fueron muchos los diferentes eventos fallidos que se organizaron para deponer el régimen de dictadura como forma de gobierno que significo el gobierno encabezado por Marcos Evangelista Pérez Jiménez, eventos estos que luego de superados errores estratégicos pudieron conformar la Junta Patriótica presidida por ese gran patriota que fue Fabricio Ojeda, organización esta que surge como producto de las iniciativas de las fuerzas políticas comprometidas en la lucha de la resistencia entre los cuales estaban URD, el PCV y el ala izquierda de AD que luego conformaría al MIR; es relevante decir que dicha Junta Patriótica venia siendo como efectivamente lo era la máxima referencia de la lucha revolucionaria, a la cual caída la dictadura, comenzaron posteriormente a desacreditarla, penetrándola incluyéndole representantes de la oligarquía, sacándola del juego por no prestarse a los interese del bloque de la burguesía, dicha junta logró dar al traste en unión con el pueblo para deponer el gobierno dictatorial de ese momento; ese amanecer de esperanzas que significo el 23 de enero, se abren las cárceles y retornan los exiliados, la burguesía se hace prontamente del gobierno y nadie lo cuestiona ya que los marxistas del momento suponen la llegada de las etapas de la revolución, el basto movimiento popular que derribo la dictadura no se planteo objetivos ulteriores y se queda celebrando lo ocurrido, aunado a esto, queda empañado cuando en octubre del año 1958, se firma el famoso pacto de punto de fijo, previamente acordado en Nueva York icono de la exclusión política, pues no incluyeron a los camaradas del PCV; los máximos jerarcas de los partidos AD, COPEI,URD, luego del compromiso sostenido con el imperialismo norteamericano llegan al país y cuidarán de que las cosas queden como están y evitarán por todos los medios desbordes inoportunos y radicales, alejándose del populacho e impidiendo el acceso del movimiento popular a las esferas del poder, además de lograr neutralizar la Junta Patriótica haciéndola inútil y prescindiendo de ella; en todos estos intentos, la miopía del movimiento popular, su falta de audacia y la traba que el mismo se impone son aprovechados por la dirigencia de la cuarta república y la burguesía para no perder la institucionalidad heredada la dictadura que se acoplaba perfectamente a los intereses de la clase dominante.

Junto al sector de FEDECAMARAS, los partidos políticos se une un sector de gran importancia como lo era la Fuerza Armada Nacional, factores estos que generaron estrategias y bloquearon la posibilidad de convertir el 23 de enero de 1958 en una insurrección popular revolucionaria, evitando de esta manera que el país se abriera paso a un proceso de lucha política que contemplara la realización efectiva de las aspiraciones que los amplios sectores populares se habían planteado desde la década de los años treinta del siglo XX; esos tres factores con sus intereses de clases bien definidos auspiciaron la formación de un gobierno que no pudiese remotamente sugerir la posibilidad de que en Venezuela se avecinaba una revolución social, muy por el contrario, incentivan la instauración de un modelo de “democracia”, la cual no debía de ir más allá de la formalidad del liberalismo político mediante el ejercicio absolutista y directo del estado y el control militar de la estructura política, augurándose un sistema político que no produjese una alteración sustantiva del orden de dominación imperante, como lamentablemente para desgracia del pueblo efectivamente ocurrió.

Ese año de 1958, que pudo haber sido el alumbramiento para la redención social de los oprimidos de siempre, fue abortado por la acción exclusivista de militares, empresarios y las cúpulas de los partidos políticos, logrando con éxito que ni la voz de las bases de los partidos ni las múltiples protestas populares pudieron cambiar de manera significativa la composición de los gobiernos desde 1958 hasta 1998, confirmándose de esa manera, el hecho insólito de que los empresarios de FEDECAMARAS, que fueron los grandes beneficiados por la dictadura, que venían de ser los soportes políticos principales de régimen dictatorial recién derrocado, no solo conservaron el poder sino que determinaron todo los lineamientos políticos y económicos que suscitaron en la Venezuela de la cuarta república.

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Heriberto Rivera


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