¿Cómo hicieron Florencio Porras y Marcos Díaz Orellana, para sembrar en los merideños la mentalidad sumisa y conformista, que les impidió actuar contra las aberraciones que cometieron estos dos personajes contra el pueblo, contra las instituciones y lograr minimizar los principios ético y morales que sirven de sustento revolucionario a los que luchan por una sociedad igualitaria socialista?.
¿Cuál era el encanto que tenían estos dos personajes para embobar a tanta gente que se confesaba revolucionaria y seguían al comandante Chávez?. ¿Por qué no nos dábamos cuenta y no fuimos capaces de solicitar un referéndum en contra de ellos? ¿Es que no existía un PSUV en el Estado Mérida? ¿Es que todos los chavistas estaban enchufados en el gobierno?
Todas estas reflexiones me las hago ahora cuando percibo, desde afuera, las inmensas irregularidades administrativas, éticas y deslealtad al proceso revolucionario que decían defender y representar durante sus gestiones estos dos farsantes venidos de otros lares.
Sólo hay que pasearse por alguna de las instituciones públicas creadas por estos dos “revolucionarios” para percibir el olor a carroña que dejaron y ver los zamuros de la godarria merideña volando sobre ellas. Todo está corrompido, todos los funcionarios están en algún grado contaminados con la desidia, el manguareo y el “cuanto hay pa eso”. El sentido patriótico es mínimo, es espíritu de servicio es casi inexistente.
Estos personajes engañaron, mintieron, se enriquecieron, pensaban con la bragueta y sobre todo mataron la esperanza del pueblo humilde chavista en la posibilidades de ser redimidos por quienes les gobernaban.
Menos mal que se está produciendo un rescate de los valores merideños y el nuevo gobernador, oriundo de estas tierras, está comenzando a sembrar, con su ejemplo, el modelo de como se debe gobernar en un proceso revolucionario de inclusión y participación del Poder Popular.
Es una tarea titánica el querer transformar la mentalidad de más de 20 mil empleados y obreros de la administración pública merideña, los cuales durante los últimos 12 años fueron moldeados para no producir, no servir y adular a sus jefes y supervisores. No se sembró en ellos ningún principio, ningún valor orientado a la ideología socialista y por ello incorporarlos al Plan Patriótico 2013-2019 es bastante cuesta arriba. Sólo el ejemplo que da el Comandante Chávez y el que pueda modelar el nuevo gobernador podría sacar de la anomia a este conglomerado, que así como se adaptó a los anteriores gobernadores puedan hacerlo con el nuevo y el equipo que le acompaña. En verdad le deseamos a las nuevas autoridades que hagan todo lo contrario a las que hacían las anteriores. Un nuevo paradigma es necesario para borrar todas las rémoras del pasado.
Juanveroes64@hotmail.com